Marcelino, durante un partido reciente. AFP

Marcelino y el valencianismo, una historia de amor que no acaba

«Noté el cariño de esta afición aquellos dos años, y en la actualidad. Mi cuerpo técnico y yo fuimos muy felices», expresa el técnico en su regreso a Mestalla

Martes, 2 de enero 2024, 21:23

La historia de amor entre Marcelino García Toral y el valencianismo no es la de una ruptura, sino una que cualquier autor romántico escribiría con connotaciones trágicas. La pasión de un idilio imposible porque un tercero impidió que este continuara después de un primer climax ... que tuvo lugar en el centenario, con aquella inolvidable Copa del Rey conquistada contra el Barcelona de Messi en Sevilla.

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Ni Marcelino permanece indiferente cada vez que regresa a Mestalla, ni la afición puede evitar su veneración hacia el último técnico que generó la felicidad absoluta en el coliseo de la avenida de Suecia. Sucedió cuando el asturiano vino con el Athletic Club y ha ocurrido este 2 de enero con motivo del desembarco del Villarreal para el derbi de la Comunitat que abre el 2024 futbolístico.

Marcelino ha sido aclamado por los aficionados más 'madrugadores', los que ya se agolpaban en la avenida de Suecia cerca de dos horas antes del encuentor. Gritos a favor del técnico cuando ha bajado del autobús, con el resto de la expedición, para acceder al estadio de Mestalla. Estos gestos de cariño previsiblemente se van a repetir cuando su nombre sea anunciado en el encuentro, como sucedía cuando el Valencia se enfrentaba a su Athletic Club.

Pero el entrenador también se ha acordado del Valencia y de su etapa, y ha lanzado un guiño -algo que ya ha hecho en otras ocasiones- en cuanto le han puesto delante el micro de la televisión con derechos: «Aquí fuimos muy felices tanto yo como mi cuerpo técnico». Así se ha expresado Marcelino, que se ha mostrado feliz por el «cariño de la afición» blanquinegra, tanto durante aquellos dos años como en la actualidad, cuanod ya no forma parte del club. Como podía esperarse, no ha habido ninguna referencia a Meriton y a Peter Lim, quien decidió desde Singapur poner fin a un proyecto que, con Mateu Alemany como la otra rueda del tándem perfecto, condujo por última vez al Valencia hacia la gloria.

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