Mateo Alemany: «Ni Marcelino ni yo quisimos mandar en el Valencia»

Si hubiera querido, podía haber descuartizado a Peter Lim, haber dejado en ridículo a Anil Murthy e incluso haber tiroteado la posición de fuerza que dentro del Valencia ocupa el sigiloso Kim Koh. Pero Mateo Alemany Font (Palma, 1963) escogió una educada y prudente pero también hábil forma de decir adiós a sus dos años y ocho meses de trabajo como director general y cerebro del Valencia que fue campeón de Copa. 24 horas después de firmar su finiquito como ejecutivo de la entidad, Alemany dejó que fueran los periodistas con sus continuas preguntas y él con sus tibias respuestas quienes dibujaran las causas que han motivado al dueño de la entidad a aniquilar el entramado del equipo de Champions que pretendía, además, abrir un margen mayor con los otros 16 equipos de la Liga (acercándose a los tres grandes). La estrategia de Alemany incluyó además, en su monólogo de despedida, un guiño de gratitud a Peter Lim. Hizo una larga lista de agradecimientos, que arrancó con Layhoon por haberle contratado y concluyó con los jugadores, olvidándose de mencionar intencionadamente a Anil Murthy.

En su larga comparecencia evitó premeditadamente causar un daño evidente a Lim, fue correcto con Jorge Mendes y no quiso entrar en cuestiones polémicas como el futuro del nuevo Mestalla. Al fin y al cabo, como él mismo llegó a decir, se considera un hombre de club y ahora está abierto a aceptar alguna propuesta (negando que haya negociando con algún equipo, pese a que s apuntó el Barça como destino). Su despedida giró sobre todo en los motivos que llevaron a Lim a cambiar de parecer respecto al organigrama de trabajo que funcionaba con éxito. Al respecto, señaló que una de las principales causas se debió a la falta de fluidez en la comunicación con el máximo accionista, no sólo en lo que a él se refiere sino también en lo que atañía al propio Marcelino y señalando aquella eliminatoria copera con el Getafe, que hizo que el vestuario se comprometiera a pesar del pensamiento que había en Singapur. «Por parte del club no se me ha dado una explicación concreta de las razones. Puedo engancharme a un comentario del presidente, que es el único al que he tenido acceso, que decía que en el nuevo proyecto yo no encajaba. Ni Marcelino ni yo hemos pretendido ni mandar ni decidir. Ha habido un cambio de modelo de gestión. Me considero un hombre de club. En los clubes profesionales hay códigos: si ganas no toques nada. Y lamento tener que dejar el Valencia, estoy muy triste. Claro que no lo entiendo y busco explicaciones», dijo.

Sobre ese cruce con el Getafe apuntó: «Faltó comunicación, no llegó a Peter porque en el día a día es muy difícil que lo entienda. A la vuelta de Getafe vinimos con 1-0 y tenemos una comunicación clara del vestuario de sus motivaciones. Los jugadores estaban ultramotivados para pasar. Lo que se resalta ahí es la importancia del vestuario en un club profesional. Cuando un vestuario se conjura hay que respetarlo. Lo que aquel día supuso para la temporada posterior. Es la lectura que me hubiera gustado hacerle a Peter. Ese día mantengo que se fraguó la clasificación para la Champions».

¿Ha contaminado Murthy en esa labor de 'mensajero'? «Ese proceso lo ha marcado el máximo accionista. Quiere que esa comunicación sea a través de gente suya», comentó sin querer después desvelar –por cuestiones de confidencialidad– cuántas veces estuvo Marcelino a punto de ser destituido.

¿Quién va a manejar ahora el Valencia? ¿Qué papel juega Jorge Mendes? «Con Jorge Mendes tengo una relación profesional y de respeto. No he tenido ningún tipo de instrucción que no fuese así. No sé en quién se va a apoyar o quién le va a influir en el futuro. Está en su legítimo derecho. Sería bueno que el Valencia se pronunciase sobre estas cuestiones. Saber de fútbol es complicado. Lim sigue mucho el fútbol, tiene un entorno continuo de gente de fútbol, de exjugadores, de agentes... controla otro club en Inglaterra. El tiempo dirá».

Se explayó bastantes minutos en desmontar la teoría de que Ferran y Kang In no tenían las condiciones adecuadas con Marcelino. Es la bandera que ha enarbolado Murthy. «La cantera no es un proyecto, es un medio necesario e imprescindible, que ayuda al proyecto. Al señor Kang In y al señor Ferran se les dio ficha del primer equipo y dorsal. A los dos les subió Marcelino. Cuando llegamos tenían un año de contrato y cláusulas asequibles. Se les renovó».