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JORGE PEIRÓ y Juan Carlos Valldecabres
Valencia
Viernes, 12 de julio 2019, 00:51
Si su fichaje por el Valencia CF ha sido largo, costoso y con vaivenes un día sí y otro también, su aterrizaje en el aeropuerto de Manises estuvo acompañado de una gran cautela. Apenas habló, tardó en esbozar una sonrisa y se mostró con su actitud extremadamente prudente. Maxi Gómez (22 años) ya está aquí y el Valencia tiene previsto anunciarlo como futbolista blanquinegro -seguramente por los cinco próximos años- durante esta jornada del viernes, poniendo así de manera definitiva punto final a una operación que se ha prolongado en exceso en el tiempo y que sólo quedó del todo despejada en la tarde del martes, momento en el que el Valencia le ganó el pulso al West Ham.
Después de que Maxi, sin saberlo porque estaba en Uruguay disfrutando de sus vacaciones tras la Copa América, se convirtiera en el foco principal de la atención valencianista en la última semana y media, su llegada definitiva despertó una expectación directamente proporcional. De Montevideo a Madrid y de ahí a Manises. Puso pie a tierra en la terminal valenciana pasadas las nueve y media de la mañana y lo hizo acompañado de su hermano y de unos amigos.
El jugador lucía una gorra de color naranja, una sudadera negra y unos pantalones rasgados, además de cargar con su equipaje y una pequeña bolsa donde portaba el característico recipiente de mate uruguayo. El delantero uruguayo cruzó las puertas que lo separaban de los periodistas con más demora de lo previsto, al igual que ha ocurrido con su fichaje, y no quiso soltar prenda. Hubo preguntas sobre sus razones para escoger el Valencia por delante del West Ham inglés o la petición de enviar algún escueto mensaje a la afición quedaron insatisfechas. Maxi optó por la cautela. Tal vez por respeto al Celta de Vigo, club al que todavía pertenecía en ese momento, el futbolista decidió no contestar apenas cuestiones de los medios. El ariete, en el camino desde la terminal de llegadas hasta el parking del aeropuerto de Manises, tan solo reconoció sentirse «muy contento y muy feliz» de poder iniciar su nueva etapa deportiva en el Valencia. Tras una larga partida de ajedrez con el West Ham, Marcelino incorpora por fin al delantero que deseaba.
De Manises se fue directo a la clínica a pasar un reconocimiento médico que se alargó más de lo habitual. Casi a las tres de la tarde salía del centro para ir a comer y descansar al hotel. Le esperaban sus representantes y un Valencia que no tenía la firma definitiva.
El reto que tiene Maxi es el de mejorar sus marcas personales porque si repite los 13 goles que consiguió la temporada pasada con el Celta igualaría la marca de Santi Mina. Y eso es precisamente lo que no quiere Marcelino. A Mina, por cierto, el Celta -cinco años de contraro- lo quiere presentar este sábado a última hora de la tarde en Balaídos, motivo por el que se espera una importante concentración de aficionados. Lo curioso es que hasta ahora, cada vez que Santi Mina había acudido a Vigo con el Valencia, la afición le recibía con pitos.
Valencia y Celta, anoche, no habían formalizado todavía la operación que recoge entre otras cosas que ambos clubes se guardan un porcentaje (20%) de un futuro posible traspaso de sus exfutbolistas.
La otra cuestión que había que despejar era el acuerdo por la cesión de Jorge Sáenz al Celta. El central seguía entrenándose ayer con el resto de valencianistas en Paterna por su reticencia a aceptar las condiciones que tendría en el Celta si quisiera salir de allí al final del primer año. El Celta tendrá una opción preferencial de compra por 7 millones al final del segundo año, aunque el Valencia siempre se guarda la posibilidad de repescarlo pagando algo más de dinero.
Con Rafinha todavía en el punto de mira, a Dennis Praet, centrocampista de la Sampdoria, también se le ha relacionado con el Valencia. Este es un jugador belga de 25 años que termina contrato en 2021 y que en Italia han puesto en la órbita blanquinegra justo en el momento en el que Jeison Murillo está a punto de firmar precisamente por la Sampdoria. El central colombiano se despidió ayer de sus compañeros y empleados en Paterna y hoy se espera en Italia para concretar su fichaje por los próximos cuatro años. El Valencia lo cede (2 millones de euros) con opción de compra obligada (12).
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