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Ni con el equipo agonizando a un punto del descenso, ni con el hartazgo de un entrenador que llegó como buque insignia del proyecto y que ha acabado desquiciado e impotente, ni con la afición puesta otra vez en pie de guerra, ni ... por la incapacidad de realizar ni un solo fichaje en enero... Meriton sigue instalado en una extraña realidad que le hace vivir alejado de lo que demanda el valencianismo. En hora y media de una de las ruedas de prensa más asfixiantes de los últimos años –hubo un periodista que llegó a decir que habían pisoteado el escudo–, Layhoon Chan y Miguel Ángel Corona salieron como entraron, sin rasguños. Y no porque las cuestiones y planteamientos no fueran duros y exigentes, sino porque presidenta y director técnico se aferraron con dedicación a un discurso propio y de ahí no se movieron ni un ápice. Por eso, a los aficionados les resultó decepcionante esta macrocomparecencia en la que sí se habló de autocrítica pero de una manera tan fría y postural que fue poco por no decir nada creíble.
Hubo muchas preguntas pero ciertamente pocas respuestas. Meriton no está por la labor de plantearse una salida del club, ni ahora ni en un futuro a medio plazo, al menos de puertas para afuera. Layhoon lo ha repetido en infinidad de veces, aunque su discurso cala cada vez menos. Ha perdido ese convencimiento que le caracterizaba cuando hablaba en los primeros tiempos. Y por mucho que insista, sólo levanta recelos. De hecho, su segunda afirmación fue para defender la implicación de Peter Lim en el Valencia, una cuestión que tras lo que ha sucedido en este mercado de enero ha quedado más en duda que nunca. «Peter está absolutamente comprometido con el Valencia y prueba de ello es que añadió al club 35 millones», dijo la presidenta, que necesitó de la traducción de un Javier Solís que fue, por decirlo de alguna manera, el único que se medio salvó de este harakiri involuntario en el que se convirtió el acto.
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En varias ocasiones se escuchó también la palabra venta. Pero nunca de boca de Layhoon, que aguantó impertérrita todo tipo de dardos, incluso cuando se planteó que estaban faltando a la verdad («lo primero, yo no miento»). «No hay intención de vender el club. El objetivo es muy simple, hacerlo bien. Competir, reconstruir el club, debemos de solucionar la contingencia del estadio«, fue comentando en el mismo tono neutro de siempre.
Hasta cuando se le arrojó la siguiente cuestión no alteró la voz: ¿Qué le aporta el Valencia a Peter Lim? «Sigue buscando llevar a cabo la visión de impulsar este club y conseguir éxitos. Me da la sensación de que a veces hay una brecha cultural en esto. No somos de huir de los problemas o de los retos. Para el máximo accionista, lo más importante es seguir trabajando. No va de vender el club y hacer otra cosa. No va con nosotros no intentarlo. Llevamos ocho años y debemos hacerlo lo mejor posible, hacer el club lo más exitoso posible.».
Desde luego, no va con Meriton plantearse una salida, según admitía la ejecutiva, porque entre otras cosas no se ha presentado ninguna propuesta con fundamento: «No tenemos ninguna oferta creíble ahora mismo ni estamos esperando ni buscando. No ha puesto en ningún momento esa posibilidad –la de plantearse la venta en un futuro–. Ha puesto a su hijo en el consejo, todo lo contrario».
Layhoon apenas dio importancia al hecho de que a los jugadores se les haya abonado la mitad de la ficha con pagarés («no deja de ser una forma de pago que existe») y no especificó qué cantidad tenía pensado utilizar el Valencia, sujeto al Fair Play, en este mercado de enero. Recordó al respecto que LaLiga lo situó en 75 millones y el coste de la plantilla alcanza los cien.
A su lado, y con una frialdad que causó hasta cierta sorpresa, Corona. En ninguna de las más de veinte preguntas a las que tuvo que contestar perdió ni las formas ni se desvió de su línea argumental. Orientó su discurso con palabras demasiado vagas a que la fuga del entrenador no se debió ni al frustrado intento por Saúl ni a la falta de tacto con Lato en lo que a su renovación se refiere, sino que más bien fue por la percepción de que Gattuso no tenía argumentos para revertir la situación.
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Desveló, eso sí, que fue a Singapur este fin de semana pasado porque Lim así lo quiso, pero no entró en detalles de los motivos exactos de por qué este repentino viaje a apenas 48 horas de que se cerrara en el mercado cuando Gattuso llevaba semanas reclamando incorporaciones. «He estado en Singapur el fin de semana, reclamó mi presencia el viernes y volví el lunes por la mañana. Estuvimos viendo posibilidades y disponibilidad financiera. Nos mandó que transmitiera mi apoyo total al míster y a la plantilla». Corona tuvo que oír también de casi todo. Hasta que se le preguntara por su verdadero cometido en el club. «Trabajamos con una estructura en la que la toma de decisiones es común con presidencia, entrenador y parte técnica. Es muy difícil el momento que estamos pasando. Entiendo el descontento que hay, pero nos esforzamos como se merece nuestra afición».
Como si con él no fuera que los tres últimos entrenadores que ha tenido el Valencia han querido marcharse antes de tiempo (Gracia y Bordalás los dos anteriores), el director técnico prefirió centrarse en lo que pasó con el italiano, del que dijo que no se fue por la falta de fichajes. «Dije que no teníamos emergencia. Preferíamos elevar la plantilla aunque no fuera un '6' y el míster estaba contento, y no quiero decir su nombre –se refiere a Saúl– aunque todos sabemos. El míster –Gattuso– también dijo que saliera Jesús –Vázquez– y con Lato se ha intentado la renovación». Vamos, una actuación que no llega a ser perfecta del todo por los resultados.
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