Meriton reitera su hegemonía: ni vende todo ni una parte

Meriton va camino de terminar su sexto año desde que tomó las riendas del Valencia con un lema que pese a empezar a ser muy repetitivo no consigue eliminar del todo la incertidumbre del pueblo. Lo dijo Anil Murthy en la última junta de accionistas –la telemática– en la que ejerció no sólo de presidente de la sociedad sino también de portavoz del máximo accionista: «Meriton no vende».

Nada ha variado en ese discurso que desde Singapur se viene insistiendo, a pesar de los muchos movimientos que a su alrededor se están produciendo. El último, relacionado con el expresidente Manuel Llorente al que se le asocia con un intento de recuperar su vinculación a la entidad. Ante esto, la respuesta de Meriton no se hizo tampoco de esperar para posicionarse en el mismo punto que se ha venido insistiendo: «Lim ni vende su paquete de acciones ni tampoco parte de él».

El ruido sobre el futuro de Peter Lim en el Valencia siempre ha existido y por lo que se ve y por mucho que insista, existirá. Cuanto menos resulta curioso que los mismos patronos de la Fundación que vendieron las acciones pronosticaron en aquel momento que Lim se replantearía su salida del club cuando pasasen los cinco primeros años. Pues bien, Meriton adquirió los títulos en 2014 y ahora, camino ya del séptimo año de mandato, desde Singapur no ha habido ni un solo resquicio en su versión para pensar que el empresario se encuentra en su fase final y con gestiones para resolverlo.

Todas las versiones que apuntan en esa dirección son externas al propio Lim. Eso sí, la desmantelación del equipo y que haya puesto como garantía a su préstamo a ocho futbolistas del Valencia contribuyen a alimentar las corrientes que refuerzan la idea de que Lim empieza a descolgarse del proyecto blanquinegro. Su desapego y su falta de empatía con el aficionado blanquinegro tampoco han ayudado a despejar esa sombra de duda.

Por eso y ayudado por la negativa gestión realizada, a Meriton le han crecido los enemigos y ha logrado lo que antes nadie había sido capaz de lograr: unir a la mayoría del valencianismo en su contra. Si Miguel Zorío fue durante un tiempo el único frente abierto que tenía Meriton y que incluso buena parte de la afición no respaldaba, a la causa del exvicepresidente se han unido ahora la plataforma De Torino a Mestalla, un combativo Antonio Sesé que no parece desfallecer pese a los reveses judiciales que ha sufrido, y sobre todo, los políticos. Lim tiene ahora, más que nunca, una larga línea de frente de batalla abierta.

Y de toda esa larga lista de componentes, la pieza que más puede influir y del que todos están muy pendientes es la que representan las instituciones. La Generalitat, la que más tiene que decir en la ATE, ha sido más moderada pero el Ayuntamiento (Joan Ribó y Sandra Gómez) se han declarado claramente disconformes con la gestión de los actuales dirigentes.

Y son precisamente el alcalde y la vicealcaldesa los que han hablado alguna ocasión de movimientos que se han interesado en solucionar el atasco del viejo y nuevo Mestalla.