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«El efecto Mestalla está siendo determinante». Jagoba Arrasate dejó la frase que resume una verdad contrastada y conocida por cualquier aficionado al fútbol. Mestalla ... y su media de 40.000 espectadores por partido son de Champions. Y como tal, representan al jugador número 12 cuya fe mueve montañas. Sólo hacía falta calar en el corazón de la plantilla. Que el aliento de la grada empezase a bombear sangre en blanquinegro y que los futbolistas empezasen a creer. ¿Ha sido un milagro? Al menos, este no se ha completado todavía y Carlos Corberán lo avisó tras el partido contra el Mallorca: «Nada está hecho, todavía queda mucho trabajo por delante».
La filosofía del partido a partido de Simeone, y que ha llevado al entrenador de Cheste a ganar más en casa que al propio Atlético, incluso que el Real Madrid... también Betis, Athletic y Villarreal. En definitiva, que un Valencia de no hace tiempo con este estadio se habría metido de lleno en la lucha por disputar la próxima Champions. Porque sólo el Barcelona que tiene asombrado al mundo ha sumado más puntos como local en 2025 que los de Carlos Corberán.
El técnico de Cheste ha reconstruido el fortín. Lo ha hecho a costa de implicar a futbolistas que estaban rindiendo por debajo de su nivel, como Mosquera, Almeida, Javi Guerra o Diego López, que acaba de encadenar cuatro jornadas marcando. También ha sumado para la causa, sobre todo, a dos de los fichajes de invierno: Sadiq y Barrenechea. A esto hay que añadir los intangibles de veteranía y corazón que le pone Gayà, esté más o menos acertado en los estrictamente futbolístico. El preparador que vino tras el parón de Navidad ha confeccionado un guiso con ingredientes similares a los que utilizó hace dos años Rubén Baraja.
Porque ahora el técnico vallisoletano cotiza a la baja por el inicio de temporada que acabó por llevárselo por delante. Pero también hay que recordar que su irrupción en el Valencia hace dos temporadas fue muy parecida a la de Corberán en enero de este año. Tras la renuncia de Gattuso y de que el equipo no reaccionase tras accionar por enésima vez la 'palanca' de Voro, Baraja aterrizó en el banquillo blanquinegro a mediados de febrero. Debutó con derrota en Getafe, pero ya ganó en su estreno en Mestalla, 1-0 ante la Real Sociedad.
La sintonía desde entonces entre el Valencia de Baraja y el público fue total. Baraja cogió al equipo en puesto de descenso (era el 18 y con 24 puntos estaba a 1 del Valladolid, que marcaba la salvación) y acabó la temporada salvándolo con 42: eso le valió para terminar el 16º en Liga, con dos puntos sobre el Pucela.
En ocho partidos en Mestalla, Baraja cosechó 15 puntos, con 4 victorias –entre ellas contra el Real Madrid (1-0)– y tres empates, con una única derrota: frente al Sevilla (0-2). Son los mismos puntos que suma ya el Valencia de Carlos Corberán, que ha sufrido dos reveses en casa: en su estreno ante el Real Madrid (1-2 y fue ganando hasta el tramo final) y Atlético (0-3). El resto, cinco victorias que han logrado rendir el deficiente rendimiento del equipo durante toda la temporada lejos de Mestalla: aún no ha ganado en Liga y con el técnico de Cheste sólo ha sido capaz de firmar tablas tres veces, ante Osasuna, Villarreal y Girona.
Las estadísticas tienen su lado caprichoso porque, como Baraja, Corberán logró su primera victoria contra la Real Sociedad, y 1-0. Y ambos perdieron su primer partido como entrenadores del Valencia, bien es cierto que el actual técnico sufrió la derrota en casa. El de Cheste ha visto cómo su equipo doblegaba también en el viejo coliseo de la avenida de Suecia a Celta (2-1), Leganés (2-0), Valladolid (2-1) y, este domingo, Mallorca (1-0). Además, ha sido capaz de recuperar la mejor versión de Javi Guerra: si por todos es recordado el golazo ante el Valladolid que cambió definitivamente la inercia hace dos cursos, no menos fue su actuación en la final contra el Leganés.
Ñas vidas de aquel Valencia y este son paralelas, pero no iguales. «No está todo el trabajo hecho», avisó Corberán. El cogió las riendas de un Valencia hundido, con sólo 13 puntos a falta de una jornada de la primera vuelta, el aplazado del Real Madrid por la dana. El Alavés, que había empatado en Mestalla –y pudo ganar– marcaba la salvación, con 17, en el parón de Navidad. Ahora, tras 29 fechas de Liga, el equipo blanquinegro cuenta con 31 y ya tiene más de un encuentro de renta (4 puntos) sobre el Leganés, que marca el descenso.
Quedan cuatro partidos
Efectivamente, como se ha demostrado a lo largo de la historia –que se lo digan a Villarreal y Deportivo– hasta que no superas los 42 puntos (y si llegas a 44, mejor) no puedes respirar. Por ese Mestalla de Champions todavía deben pasar Sevilla, Espanyol, Getafe y Athletic. Haciendo el cuento de la lechera con cuidado de no tropezar y que el cántaro se haga añicos, con esos 12 puntos bastaría más que de sobra para salvarse.
Se llegaría a 43, y todo indica que el equipo podría permitirse completar una nefasta temporada como visitante sin asaltar ningún estadio. Sin vencer a domicilio sí que es imposible aspirar a algo que no sea la salvación y sufriendo. Mestalla es de Champions, pero el máximo accionista viene demostrando desde hace demasiado tiempo que no aspira a cotas más altas. Una pena.
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