El puente sobre el río Kwai

El icónico actor Pepe Isbert interpretaba al alcalde de un pequeño pueblo español que recibía la visita burlona de los ricos americanos. En un discurso que pasará a la historia cinéfila de la comedia crítica, el alcalde se dirige a su pueblo diciendo: «Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar». A su lado, el típico listillo que intenta aprovecharse de la ignorancia de la gente, despliega un discurso manipulador cuyo objetivo es vender las bondades del dinero americano del plan Marshall, cuando es consciente de la estafa y del engaño perpetrados.

Si volvemos a la realidad, a la actualidad más delirante, cabe recordar que terminamos la legislatura pasada con un gobierno municipal donde se abría el despacho de alcaldía a cualquier enviado de Meriton Holdings (hasta para recibir a un hijo del Sultán singapurense) y ahora tenemos un nuevo equipo de gobierno, que lo primero que ha hecho es reunirse con el abogado de Meriton, que perfectamente podría compartir balcón con el alcalde interpretado por Isbert. Un hipotético Mundial de fútbol y una hipotética sub sede del mismo, parece que son suficiente justificación para ponerle la alfombra roja al mayor enemigo de Valencia y del Valencia CF, que no es otro que Peter Lim. Parece sin duda una recreación de otra película emblemática: El puente sobre el rio Kwai.

El alma de la película es la casi demente batalla que el coronel Nicholson, un oficial británico al mando de tropas prisioneras en un campamento japonés en Tailandia durante la II Guerra Mundial, mantiene con el jefe de dicho campamento, el también coronel Saito, por construir, valiéndose sólo de prisioneros británicos, el dichoso puente que los japoneses son incapaces de levantar a tiempo. Y el corazón de la película, si el alma es esa lucha, lo representa la energía vital del oficial norteamericano Shears, que es el único capaz de escapar de ese campamento, y al que convencen para volver y volar el puente. Al final de la cinta, el coronel británico se da cuenta del error al que le está llevando su vanidad y su búsqueda de una gloria efímera, e impide que pase el tren con la tropas enemigas.

Sirvan las dos películas para visualizar lo que está pasando con Peter Lim en Valencia: este señor llegó, nos engañó a todos, menospreció a los representantes públicos valencianos, incumplió sus contratos urbanísticos, vació deportivamente el club, destruyó económicamente la sociedad, ninguneó a su afición, vaciló a los medios de comunicación y convirtió en una caricatura la historia de un equipo muy grande. Por no hablar del oscuro origen de su fortuna y de como convirtió sus panes en peces off shore.

Y ante esta objetiva hoja de servicio del Coronel Lim, nuestros coroneles y coronelas asumen el mensaje del enemigo Lim y de su asistente Tebas, e idos por un halo de vanidad electoral muestran sus deseos de apoyar la firma de un convenio ilegal y prevaricador para que las tropas de Lim pasen por encima del río Turia y se lleven las pocas provisiones que guardamos en la retaguardia, las parcelas del viejo Mestalla.

El futuro del Valencia CF pende de esas parcelas. Si permitimos que Lim firme un contrato urbanístico ilícito, él y no el club, se enriquecerá con el pelotazo que pegará con esos terrenos. Irá a Caixabank, negociará quedarse el crédito hipotecario con una importante quita y ganará él y no el club, más de 100 millones de euros. Después nos dejará en marcha un estadio nuevo low cost, para el que cuenta con los 80 millones de CVC y cuyo coste final se irá al doble. Y él venderá el Valencia CF al mejor postor, utilizando de comercial a su amansado Javier Tebas, cuyo control financiero sobre la SAD es tan laxo como discutible.

Por eso espero, por eso les ruego, a los coroneles políticos, económicos y sociales de Valencia y del valencianismo, que reaccionen, que despierten y despejen su mente. Su misión es cumplir la ley y cumplir con el mandato de su pueblo (político y deportivo). El objetivo prioritario es conseguir que Peter Lim se vaya. Mucho más importante esto que conseguir que un partido intrascendente del hipotético Mundial se celebre aquí.

Hace 9 años Amadeo Salvo y Aurelio Martínez construyeron el puente para que Lim cruzara el río Kwai. La historia ha demostrado que con su llegada sólo se beneficiaron ellos, Peter Lim y la antigua Bankia. La historia ha demostrado que con su llegada el gran perjudicado ha sido el Valencia CF, su afición y la ciudad. A los nuevos coroneles y coronelas, les pido que cumplan con su pueblo y que cumplan con la ley, y que no negocien nada con el Coronel Saito Lim. El soldado Zorío y los miles de oficiales Shears con los que cuenta el valencianismo, seguirán pico pala en su labor de recuperar los sueños robados, por muchas presiones que reciban.