77 millones invertidos que no acaban de rendir

Celades hizo el miércoles en Lille lo que Marcelino no se había atrevido a hacer en los dos años que ha estado en el Valencia: cambiar a Kondogbia al descanso sin dolencia alguna. Que el francés tenga que retirarse tras unos primeros 45 minutos por cuestiones técnicas es un claro síntoma de que algo no acaba de funcionar. Y no porque no sea habitual que un entrenador retire a un futbolista si no lo hace bien, lo verdaderamente significativo en esta ocasión es que sea precisamente el centroafricano el que sea el señalado.

Teniendo en cuenta que podría tratarse de un hecho puntual y sin mayor trascendencia, el problema con el que se encuentra Celades y, por consiguiente el Valencia, es que uno de sus mejores puntales dentro del equipo y que forma parte de la columna vertebral está bastante lejos del nivel que todo el mundo esperaba. El Kondogbia de ahora dista mucho del Kondogbia que conquistó a los aficionados y al técnico asturiano en su primer año como valencianista (2017-18).

Estando Coquelin como está, la situación de Kondogbia puede preocupar algo menos. El problema para el Valencia, y en este caso el principal afectado es el entrenador, es que la baja forma de Kondogbia llega en un momento bastante delicado y que coincide, además, con que otro de los jugadores desequilibrantes está muy lejos del nivel que se espera de él. Se trata lógicamente de Gonçalo Guedes, lesión al margen.

Independientemente del percance muscular que sufre el portugués y que otorga todo el protagonismo a Cheryshev con Kang In como segundo beneficiario, el Valencia de este año reúne la curiosa coincidencia de que los dos últimos grandes fichajes que ha realizado, los dos jugadores por los que más desembolso se ha realizado, parece que se han puesto de acuerdo para estar por debajo del aprobado. En verano de 2018 se pagaron 25 millones de euros por Kondogbia y los famosos 40 por Guedes. Si se le suman los 12 que se han pagado este verano por Correia, que apenas ha jugado, hacen un total de 77 millones que no acaban de rendir.

El esfuerzo económico que hizo por los dos primeros fue mayúsculo, muy superior por ejemplo a los 14 que se pagaron a mitad de la temporada anterior por Coquelin. ¿Tiene verdaderamente suerte Meriton con los grandes fichajes/desembolsos? Pues es algo al menos curioso porque unos pocos han ido bien y otros más bien han resultado un fiasco. Entendiendo grandes desembolsos los que circulan por la veintena de millones, desde luego Peter Lim pinchó con los Enzo Pérez 825), Negredo (30) y Abdennour (22), pero acertó con los Rodrigo (30) y Garay (24). A otros jugadores de menos cuantía en lo que a pagos se refiere, los vendió sacando un suculento beneficio: los casos de Mustafi, André y Cancelo; mientras que con Zaza (18) al menos no se tuvo un gran desfase.

Ahora, de cualquier manera, lo que preocupa a Celades es cómo recuperar para la causa a un Guedes, que parece demasiadas veces ausente, y a un Kondogbia que no acaba de imponer su poderío en el centro del campo. Luego está la situación de Correia, que no acaba de dar el nivel para dar descanso a Wass.