«Con 26 millones de pérdidas el club roza la disolución»

Es muy difícil –por no decir imposible– encontrar hoy en día alguna voz que respalde en su totalidad o parcialmente los argumentos con los que se va a presentar Meriton a la próxima junta de accionistas. La sensación que hay generalizada es la de auténtico pánico por las cuentas que arroja el consejo de administración y por la deriva que está tomando la directiva de Singapur. Juanma Romero, hijo del que fuera miembro de la directiva del doctor Tormo, lleva tres años alejado de las asambleas pero eso no le impide manejarse con soltura en los balances valencianistas. Y su opinión al respecto es bastante clara: «Con 26 millones de euros de pérdidas como presenta este año, el club estaría rozando la causa de disolución», afirmaba ayer después de haberse repasado las cuentas y sobre todo las advertencias que hace el propio auditor.

Su afirmación la desgrana de la siguiente manera, amparándose en la Ley de Sociedades de capital, que en su artículo 361.1.e especifica que en esa situación quedará la sociedad cuando el patrimonio sea inferior a la mitad del capital social. El Valencia tiene un capital de 21,5 millones y un patrimonio neto de 41,5. «Si restamos a los fondos propios las pérdidas arroja una cifra de quince millones, eso es una cantidad que pone en peligro al Valencia porque la mitad del capital social es de diez millones».

Romero presentó una dura batalla hace ya tres años a Meriton en la asamblea. Lo hizo con un discurso bien estructurado y que recogió los aplausos de los presentes. Sin embargo, no tiene previsto acudir a la del día 11. En su opinión, el Valencia está actualmente más en peligro que nunca. «El panorama es muy problemático. Antes teníamos un problema de pasivo y lo solucionábamos vendiendo algunos jugadores pero reforzando al mismo tiempo el equipo para evitar que nos quitaran esas posiciones de privilegio que teníamos en la Liga. Ahora, en cambio, hay cada vez más equipos por encima del nuestro y pensar en clasificarse para la Liga de Campeones es ya casi imposible. Estamos malvendiendo nuestros pasivos con todo lo que ello conlleva. Creo que es el peor momento de la historia».

El planteamiento de futuro que establece Romero, a quien de momento no le ha tentado nadie para que se sume a los diferentes movimientos que se están realizando (guarda amistad con Martín Queralt), no es nada esperanzador: «Nos queda una larga e incierta travesía por el desierto. Estamos rozando también la causa de disolución con el tema de la provisión de la multa (23,3 millones), cuestión a la que el auditor le ha dedicado especial énfasis. A Peter Lim le queda un año de vida en el Valencia. Cuando se le acabe de pagar toda la deuda en septiembre de 2021, esos 38 millones que había y los 16,5 que ha dejado ahora, ya podrá vender el club. Cancelado ese crédito tiene vía libre con el dinero ya asegurado. Ya prepara la retirada».

A mes y medio de que se abra la nueva ventana del mercado de invierno, el valencianista de a pie asume «hay que vender jugadores que no supongan ningún coste de amortización».