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La Junta de Accionistas del Valencia, que se preveía la más multitudinaria de la historia, se convirtió en la más rápida. Trece minutos fue ... la duración de un acto que se tuvo que suspender ante los abucheos, cánticos e insultos de los accionistas hacia los miembros de la mesa presidencial. Ante esta insólita reacción por parte de los 190 asistentes —y 53 telemáticos— en la tribuna, Layhoon Chan, los tres consejeros de Singapur presentes, Javier Solís, Inma Ibáñez, Germán Cabrera y la notaria Ana Julia Roselló optaron por levantarse y meterse en el túnel de vestuarios.
Y es que el ambiente empezó a calentarse bien pronto. Ya en la puerta, algunos accionistas se quedaron sin poder acceder, ya que se cerró la puerta a aquel que llegara más tarde de las 12 horas. Nada más asomarse Inma Ibáñez y Germán Cabrera, empezaron los abucheos. El tono aumentó cuando salió Javier Solís y alcanzó su máxima expresión cuando tomaron asiento la presidenta y los directivos singapurenses. Se empezó con el «Peter vete ya» y se continuó con 'Layhoon Chan, mentirosa». Los accionistas, algunos llevando las pancartas amarillas del 'Lim Go Home' no cesaron en su actitud, con gritos de «fuera, fuera», «lladres, lladres» y algunos otros mensajes más subidos de tono que no vamos a reproducir, pero ya se los pueden imaginar. Eso motivó que Germán Cabrera, como secretario, tomara el micrófono pidiendo calma y advirtiendo que así no se podía continuar. Layhoon intentó arrancar su discurso diciendo: «Estamos aquí para celebrar la junta de accionistas. Se abre la sesión, tiene la palabra el secretario». No dijo más. A las 12.13 horas, se levantaban todos de la mesa y bajaban al túnel. Unos minutos después, la notaria cogió el micrófono para decir: «Por favor, déjenme hablar. Se lo ruego, un minuto. Si alguien quiere dejar constancia en el acta, que entregue los documentos». La Junta se había suspendido y poco después el propio club notificaba que no se iba a reanudar y que se comunicaría el resultado de las votaciones, que se harían de forma telemática. Los accionistas presentes se quedaron un buen rato más, conversando la situación surrealista que habían vivido.
Miguel Zorío, ex vicepresidente del club y dirigente de la plataforma Marea Valencianista, valoró que al no haberse constituido la Junta, «todo lo que se apruebe es absolutamente ilegal». «Esto tiene muchísima relevancia para el futuro del Valencia, porque no se puede aprobar el crédito de los 325 millones sin saber los accionistas qué condiciones tiene ese crédito. Lo más importante es que la alcaldesa escuche de una vez qué es lo que opinan los valencianistas y actúe en consonancia a lo que le pide su pueblo. Lo esperaba, porque el ambiente que hay en Valencia tras diez años robándonos el club en nuestra cara, no pueden esperar otra cosa que que la gente los abuchee. Además de la prepotencia que han tenido, les ha faltado vergüenza torera, aguantar el chaparrón y explicar su gestión, sobre todo con un crédito que va a arruinar al Valencia y que va a permitir que Lim pegue un pelotazo de 200 millones de euros con esta parcela», aseguró Zorío.
Hubo accionistas que sintieron que habían perdido el día acudiendo a una Junta que nunca llegó a ser. «Quería ver la Junta y quería ser crítico, y de hecho me había pedido el día libre en el trabajo para venir, y ha durado menos que una rueda de prensa de Baraja. Creo que es lamentable. Me siento estafado, pero también te tengo que decir que entiendo la reacción de la gente, y también podríamos haberla hecho de otra manera. Al final la gente explota. Yo esta reacción la quiero ver en Mestalla, porque en los partidos no está esta reacción. Es una buena manera de contestar», dijo Gonzalo López.
Alejandro Martínez fue uno de los accionistas más indignados: «Yo quisiera preguntar a qué han venido aquí. Primero, sé que ellos sacarán la versión de que somos nosotros los agresivos y tal. Pero la actitud que han tenido ellos ahí, como están, como han dejado el club, y con la noticia del club de que están imputados por delitos, con esa actitud no pueden venir. Entonces quiero que entiendan que cuando ya nosotros estamos encabronados, porque lo estamos, y ellos vienen con una actitud chulesca, lo que haces es incendiar más la cosa. El valencianismo nunca es agresivo, pero nos han llevado a un punto que no tiene retorno. Al final es una decisión, o se van, o aquí va a pasar algo grave. Como se están comportando, en el mundo del fútbol, no creo que haya dirigentes que tienen el club como lo tienen, que tengan la decencia de salir como han salido. Evidentemente era normal que no les dejáramos hablar. Ellos dirán que la Junta no se ha hecho por esto, pero es algo normal que no les dejemos hablar. ¿De qué les vamos a dejar hablar? ¿Sobre qué? Sobre ventas, sobre cómo va el Valencia, que va último, sobre el 'long time'? Entonces lo que queremos saber es cuándo van a coger el vuelo de ida y no retorno a Singapur. Eso es lo único que nos interesa, todo lo demás, papel mojado».
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