El 25 de febrero fue uno de los días clave en la historia personal de Peter Lim con el Valencia. Y no porque ese día el máximo accionista tomara alguna decisión fuera de lugar –o inusualmente acertada– sino porque por primera vez desde hace nueve ... años, el diario 'Strait Times' de Singapur recogía en su edición el conflicto que el empresario tiene con la afición valencianista (con el equipo duodécimo en la tabla). Nunca hasta ese momento se había hecho referencia de manera tan directa a un problema que localmente se viene arrastrando desde hace ya algunos años pero que internacionalmente apenas había tenido repercusión. El apunte mediático en el propio país, gracias no sólo al activismo popular sino al empuje de grupos como Libertad VCF, hicieron que esta particular 'guerra' entrara en una nueva fase de la que hasta ese momento se había librado el máximo accionista.
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Ahora, a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato y aunque el Valencia ha ido reduciendo considerablemente su porcentaje de posibilidades de descenso (se confía en el bajón del Real Madrid, sin Courtois lesionado, para amarrar los puntos), Meriton experimenta el momento más asfixiante desde que aterrizara en Mestalla, con varios frentes 'calientes', aunque se siga negando rotundamente cualquier intención de venta.
Portugal y Valencia. La peligrosa vía judicial
Posiblemente sea la vía judicial la más peligrosa para Meriton pero también la parcela de la que hasta ahora ha salido más airoso. Ni una sola de las iniciativas presentadas en el juzgado –incluido las dos anteriores de Miguel Zorío– ha conseguido ir más allá de un simple arañazo al margen de la repercusión mediática. Pero con la investigación abierta ahora por la Fiscalía portuguesa que apunta directamente a posibles irregularidades en venta de futbolistas –entre ellas la de Guedes y con Jorge Mendes siempre como factor a tener en cuenta– y con el movimiento que en Valencia ha hecho Miguel Zorío ante Corrupción, de nuevo Meriton vuelve a estar de alguna manera bajo el foco.
De momento, en el Valencia se está bastante tranquilo, tanto en lo que se refiere a un caso como al otro. Sobre el primero, el club tiene claro que todo lo que se investiga en Portugal es ajeno a los intereses valencianistas, a pesar de que pudieran estar implicados actores que sí han tenido que ver.
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De la denuncia de Zorío, por su parte, desde la entidad se insiste en que no tiene mayor recorrido y que terminará enterrada al igual que pasó con los anteriores intentos del exvicepresidente. «Mendes ha ganado doce millones de euros moviendo a Guedes y el Valencia ha perdido 18 millones», avisaba Zorío en marzo pasado señalando que el total de las operaciones en las que ha participado Mendes con el Valencia ascendía a mil millones«. Zorío insiste entre otros aspectos en la fórmula que se gestó en su día con Neto y Cillessen como protagonistas para enjuagar las cuentas. Aún está por ver, no obstante, la profundidad que alcanzará la afirmación de Zorío de que »Peter Lim por fin se sienta en el banquillo fiscal como administrador de hecho de Meriton y del Valencia«.
Planificación deportiva. La permanencia y el fracaso
Sin duda, lo más inmediato y seguramente lo que más enciende a los aficionados es lo que está pasando con el rendimiento del equipo. La salvación del Valencia no evitará que la temporada 2022-23 haya sido el más absoluto de los fracasos en la raquítica y poco clara planificación deportiva que se ha vivido. Si el equipo se salva será por el empuje de Mestalla y el acierto en momentos muy concretos de Baraja en la elección de jugadores y sistema. El reciente viaje a Singapur y las frágiles explicaciones que posteriormente dio Javier Solís ponen en evidencia la ausencia de mando en parcelas tan importantes como la que afecta al equipo. Apunto de terminar mayo, el Valencia no sólo no sabe en qué categoría jugará el año que viene sino ni tan siquiera quién elegirá a los futbolistas o quién se sentará en el banquillo. La consideración sobre Baraja y su trabajo es buena pero el club prefiere a estas alturas no pillarse los dedos sobre las posibilidades de continuidad del vallisoletano.
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Las elecciones. Los políticos y el estadio
A Meriton le ha pillado en fuera de juego las elecciones sobre todo municipales. Si primero fue la ATE y la discusión que se creó sobre la caducidad o no de la misma –todavía está en marcha el recurso presentado por el club– ahora el nuevo objeto de debate ha sido el convenio. El Ayuntamiento –o mejor dicho el área de Urbanismo– ha sorteado la firma del convenio con el club antes de las elecciones porque eso hubiera sido un gesto impopular. Aún así, Layhoon ha sido incapaz en esta segunda etapa al frente del Valencia de llegar a un acuerdo formal y por escrito con las autoridades para desbloquear el dinero de CVC y poner fecha ya para reiniciar para el nuevo Mestalla. Es el nuevo estadio una losa que no se ha quitado de encima todavía Lim y que todavía salpica a aquellos que gestionaron la venta accionarial sin el compromiso y las cláusulas de penalización por escrito.
Asamblea de Libertad VCF. La incógnita de las protestas
Hoy celebra su asamblea general Libertad VCF, el órgano más combativo popularmente hablando. El aficionado está harto de Lim pero también empieza a cansarse de la situación y el número de gente protestando, aunque sigue activo, se ha normalizado tanto que pierde impacto y hasta número de aficionados. ¿Seguirán siendo tan numerosas?
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