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La Comisión Europea ha especificado que la multa de 23 millones de euros impuesta al Valencia deberá abonarla el propio club y no un tercero, cerrando la puerta a que sea Peter Lim el que deba afrontar este gasto como máximo accionista de la entidad. "La recuperación será exigible a la empresa beneficiaria de la ayuda ilegal; en este caso, el Valencia Club de Fútbol", ha precisado Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, a pregunta del eurodiputado Florent Marcellesi. El político francés tiene como asesor a Jordi Sebastià, de Compromís y exacalde de Burjassot.
La pregunta fue formulada en junio y la Comisión Europea tenía dos meses para responder. Vestager incide en que la medida ordenada al Gobierno en julio de 2016 no es la de castigar a la entidad de Mestalla: "El papel de la Comisión es garantizar que España recupera de la entidad jurídica Valencia Club de Fútbol, independientemente de la identidad de sus accionistas o de la forma en que el beneficiario de la ayuda lo financia, el importe que debe reembolsarse", ha señalado.
Desde el Gobierno central se derivó la responsabilidad hasta el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que es quien finalmente deberá ejecutar la orden para que el club pague. En este momento, la resolución está suspendida a la espera de que se resuelva la cautelarísima concedida por Bruselas después de que la entidad de Mestalla recurriera la decisión de la UE.
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