![El Mundial de atletismo y la final de la Champions que Valencia perdió](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/10/08/1454967655-R8yn54wVvtXlWS6ONKD3vCI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Cuando entró el primer camión para retirar tierra en las obras del nuevo Mestalla, el 1 de agosto de 2007, el castillo de naipes que se había construido sobre el estadio cinco estrellas que promovió Juan Soler, con 75.000 espectadores y un coste de ... 350 millones, era tal que no sólo se hacían cuentas para que fuera la casa del Valencia desde 2011 –fecha prevista para su inauguración– sino que se daba por seguro que el primer Mundial de atletismo disponible, así como la final de la Champions, iban a celebrarse en Cortes Valencianas. 16 años después, esos sueños de gloria son polvo en el camino aunque es cierto que esos proyectos podrían rescatarse del cajón del olvido si el estadio se termina en algún momento.
Es cierto que la pista de atletismo fue uno de los dolores de cabeza en el inicio de la obra. Tanto fue así que se tuvo que celebrar una cumbre, en octubre de 2008, entre el entonces presidente del Valencia, Vicente Soriano, y Rita Barberá para zanjar el asunto. «El estadio podrá perfectamente recibir y aportar la infraestructura necesaria para tener una solución de pistas, exactamente igual que las de Wembley», aseguró la alcaldesa. Por aquel entonces era un aspecto clave, puesto que se daba por descartado que se fuera a llegar a ser candidata para el Mundial de atletismo al aire libre de 2015 –cuya elección estaba prevista en noviembre de 2010 y que se llevó Pekín– pero el objetivo era optar al retorno del evento a Europa en 2017. La sede para esa cita se escogió en 2011, por entonces el estadio debería haber estado terminado, y finalmente recayó en Londres. El último campeonato celebrado en suelo europeo, el reciente de Budapest este año, es el último al que podría haber aspirado Valencia hasta la fecha.
El convenio que sigue sin firmar Peter Lim porque no aporta ni la seguridad de la financiación ni acepta los 70.000 espectadores de aforo contempla, como ya hacía la ATE, una solución técnica para colocar una pista y que Valencia pueda optar a ser sede de un Mundial. En la documentación se señala como obligación una solución técnica que habilite «la creación de una pista de atletismo, que circunvale el rectángulo de juego, de las dimensiones reglamentariamente exigibles para el supuesto de que se precisase celebrar en él una competición oficial de atletismo del más alto rango europeo o mundial». Es decir, que en el caso de construirse no estaría fija. La solución proyectada por Mark Fenwick sería colocarla a la altura del segundo anillo de la grada, que está a distinta altura para permitir ese encaje de la pista.
Con respecto a las finales futboleras, Valencia ha perdido la opción de ser sede del partido que decide la Champions o la Europa League –en temporadas donde la ha disputado el conjunto valencianista también era una opción prevista el solicitarla– y la ciudad se ha tenido que conformar con la celebración en los últimos quince años de tres finales de la Copa del Rey, en 2009, 2011 y 2014, siendo la primera de ellas la que más beneficios dejó en la ciudad. Más de 35.000 seguidores del Athletic, 25.000 de ellos con entrada, se desplazaron a Valencia para disfrutar del partido sino de los días previos, inundando los restaurantes de la ciudad y la Athletic Hiria (Ciudad Athletic), un espacio de 7.000 metros cuadrados con una inmensa carpa que se sitúo en el cauce del Túria. Las dos últimas finales, entre Real Madrid y Barça, no tuvieron ni esas cifras ni el impacto en la hostelería del desembarco de seguidores del conjunto vasco. Mirado con la perspectiva del tiempo fueron los últimos desplazamientos masivos.
Si algo habrá cambiado en Valencia en el caso de que se termine acabando el nuevo Mestalla es que para entonces estará ya operativo el Roig Arena. Otro de los objetivos con el estadio paralizado desde 2009 era devolver a la ciudad al circuito de los grandes conciertos de música. Ni Mestalla ni el Ciutat, por motivos técnicos de montaje de estructuras, no pueden albergar los espectáculos más importantes a nivel mundial al aire libre. El pabellón que se está levantando con capacidad para 18.600 espectadores en modo concierto será un motor para que este tipo de espectáculos dejen de dar la espalda a la ciudad de Valencia pero el nuevo Mestalla aún puede tener un nicho de mercado a explotar muy importante. En los últimos años, las productoras están buscando un recinto en la capital valenciana al aire libre que pueda albergar grandes conciertos para 50.000 espectadores pero no hay ningún recinto que permita, de momento, la celebración de conciertos o festivales como sí que ocurre en Bilbao, con el BBK Live, o Barcelona, que cuenta con el Primavera Sound o el Cruilla. Ese aforo no es permitido ni en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se están realizando la mayoría de grandes conciertos o festivales veraniegos en la ciudad, o en la Marina Sur. El Roig Arena, que será el destino de grandes espectáculos bajo techo que nunca se han realizado en territorio valenciano, será una competencia para el nuevo Mestalla en el caso de que finalice pero no le cerrará las puertas a otro tipo de conciertos, como los que alberga el Metropolitano.
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