Murthy negocia en Barcelona la venta de Rodrigo

El Valencia vuelve a apurar los tiempos del mercado de fichajes y de nuevo, como en verano, arrima a Rodrigo Moreno a la puerta de salida, mientras que de manera colateral sitúa a Paco Alcácer en alerta para ver si se encuentra alguna fórmula viable con el fin de salir del Dortmund y regresar a Mestalla. Esta vez, en lugar de ser el Atlético de Madrid el destino de Rodrigo, es el FC Barcelona, que ya lo quiso con Valverde como entrenador y ahora con Quique Setién en el banquillo y forzado por las circunstancias con más insistencia todavía. Y el asunto adquiere tantas posibilidades de llevarse a cabo como las que se vivieron en agosto pasado. Pero precisamente para que no vuelva a ocurrir lo mismo, que dejó no sólo a Rodrigo en una incómoda posición sino también al propio Valencia pero especialmente a Peter Lim casi en fuera de juego, Anil Murthy parece haberse entregado en cuerpo y alma. Aunque hay director deportivo, la ausencia de director general sitúa al presidente –por muy presente que esté Jorge Mendes– en primera línea de fuego. El dirigente blanquinegro ha estado este lunes en la Ciudad Condal y eso es suficiente argumento para pensar que se le quiere dar un trato extremadamente cuidadoso a la operación. De hecho, Murthy ya había anulado de antemano su viaje a León con la expedición para la tarde del martes.

El motivo lo merece porque si se cierran todos los flecos, la de Rodrigo puede convertirse en la mayor venta de la historia del Valencia. Para que así sea, el Barça debería cubrir esos 60 millones de euros en los que se ha llegado a tasar al futbolista. Ahora bien, una cosa es la extrema necesidad que tiene el Barça de cubrir la baja por cuatro meses de Luis Suárez (lesionado) y otra bien distinta su verdadera capacidad y los márgenes que le deja la LFP. Por eso entran en juego las variables en una negociación de esta envergadura.

Una cosa es ponerle a Rodrigo 120 millones de euros de cláusula, otra pedir en agosto 60 millones al Atlético y otra bien distinta empezar a descontar esa cifra al Barça por la inclusión de futbolistas. Hay que tener en cuenta, además, que el Valencia fijó en sus balances la necesidad esta temporada de vender activos –jugadores– por valor de 40 millones de euros. Se puede hacer ahora o antes del cierre de temporada, pero la pretensión desde el primer momento del Barcelona siempre ha sido la de intentar obtener en un primer momento la cesión de Rodrigo y trasladar a junio la inclusión de una opción de compra. Al respecto se cruzan desde Barcelona todo tipo de variables. Hay nombres encima de la mesa, desde el valenciano Abel Ruiz (delantero excanterano blanquinegro precisamente), hasta el internacional senegalés Wague (lateral derecho) pasando por el capitán del filial, Monchu (7 goles esta temporada).

Es evidente que la marcha de Rodrigo, si se produce, traería un descalabro en el ataque valencianista. Además, el impacto que eso supondría a nivel de la afición sería un golpe importante. ¿Y cómo se puede evitar? Pues con otro golpe de efecto de cierta envergadura. Encontrar hoy en día un jugador de similares prestaciones a las de Rodrigo y por un precio que encaje en las opciones valencianistas es prácticamente imposible.

Por eso desde Dortmund, Paco Alcácer sabe que se le puede abrir una puerta de regreso al Valencia. Salió en verano de 2017 precisamente al Barcelona pero actualmente su participación con el Dortmund en la Bundesliga se reduce prácticamente a la nada. Alcácer, como también Rodrigo, se está jugando una plaza para la Eurocopa con España y necesita un equipo con minutos para jugar.

Aunque Alcácer no cumple el perfil de Rodrigo sobre el terreno de juego, su capacidad goleadora y su implicación podrían compensar las necesidades de Celades. El Borussia fijó en su momento un precio de 40 millones por Alcácer, que ya no cuenta para el entrenador. En Alemania se publicó también que por 35 millones lo iban a dejar salir pero es evidente que el Valencia es más que probable que no se acercara ni de lejos a esas cifras. Que Alcácer quiere volver al Valencia es un hecho evidente pero también es verdad que tiene más equipos a la espera.