Nico Estévez: «Muchas veces uno sale para volver mejor preparado»

-Está entre los cinco candidatos a mejor entrenador de la MLS esta temporada. ¿Cómo se lo toma?

-La competencia es grande. Para mí, siendo mi primera temporada, esas cosas me alegran mucho. Estoy muy contento.

-¿Satisfecho con su temporada de estreno como primer entrenador en Estados Unidos?

-Voy a hacer en diciembre ocho años en Estados Unidos. Primero en Columbus Crew estuve como asistente con Gregg Berhalter. Y luego en la selección de Estados Unidos. Mis experiencias con el primer equipo en Columbus Crew me han ayudado mucho a conocer la liga, los diferentes rivales, cómo es el jugador americano... Y estando en la selección, como teníamos que analizar todos los partidos y revisar a los jugadores para las futuras convocatorias, me permitió tener un conocimiento mucho más amplio. Sobre todo de conocimiento del jugador. Todos esos factores, junto al conocimiento que traía de antes, han hecho que me adapte muy bien a la MLS y al jugador americano. Las cosas han ido bien y hemos podido sacar mucho rendimiento al equipo y optar a grandes cosas.

-Primero ejerció como director de desarrollo.

-Sí. Primero, cuando hablé con Gregg, Columbus Crew necesitaba a alguien que les ayudara a crecer en esa parcela porque estaban muy detrás del resto de clubes de la liga. En los dos primeros años mi función fue desarrollarlo, darle un sentido más profesional a nivel de cantera, estructurar los departamentos... Estoy muy contento porque ahora hay cinco jugadores que han firmado contrato profesional de los jugadores con los que nosotros empezamos a trabajar en esa época. Después de dos años, Gregg me promocionó como asistente del primer equipo. Ahí estuve las temporadas 2017 y 2018, en las que conseguimos llegar en una de ellas a la final de la Conferencia y en la otra a la semifinal. Una vez terminada la temporada 2018, Gregg firma como seleccionador y me lleva con él. He estados tres años allí. Hemos jugado dos Copas de Oro, en las que quedamos subcampeón y campeón, y una Nations League en la que quedamos campeones. Y la clasificación para el Mundial pese a que en los últimos cuatro partidos no estuve.

-¿Sigue observando muchas diferencias entre la liga estadounidense y la española en cuanto a la forma de entender el fútbol?

-En el deporte en general en Estados Unidos, ir a ver cualquier partido es para pasarlo bien. Va más allá del partido en sí, es estar con amigos, tomarse unas bebidas, comer, cenar, que haya música y espectáculos, que haya cosas para los niños... Es muy familiar. El partido es importante pero todo lo conlleva el partido lo hace todavía más grande. A nivel de aficionados en España, ir a un partido de fútbol es ir a apoyar a tu equipo y vivirlo con mucha pasión. Aquí por momentos se vive con pasión pero también ves que la gente va a disfrutar del evento más allá de lo que es el partido. En los últimos años sí que estamos viendo como aficiones están adquiriendo esa pasión que encontramos más en el fútbol español. En cuanto al juego es algo diferente. A nivel táctico, hay más espacios que en la liga española. La competición ha evolucionado muchísimo, el nivel de los jugadores ha mejorado mucho. Eso la hace una liga más competitiva de lo que era años atrás. Y antiguamente venían muchos jugadores en su última etapa como profesional. Ahora vemos que se alterna eso con jugadores muy jóvenes con una proyección muy buena que luego van a Europa. Cada vez son más los equipos a nivel europeo que se fijan en jugadores de esta liga porque se les trae jóvenes a Estados Unidos. Eso va a ser una constante en los próximos años. Eso lo hace más competitivo y lo hace de un nivel físico muy alto. En España hay menos espacios para jugar. Aquí se rompen más los partidos y por eso se necesitan perfiles de jugadores que tengan una capacidad física importante. Está evolucionando cada año.

-¿Pero aún la ve lejos de las principales ligas europeas?

-En cuanto a nivel de organización y estructura, yo no la veo lejos. En ese sentido está evolucionando muy rápido y mejorando en muchos aspectos a ligas europeas. A nivel de jugadores que están viniendo y el aumento de los presupuestos de los clubes, está evolucionando mucho. Creo que todavía está lejos de los equipo punteros, de la liga española. Algunos equipos tienen un nivel muy aceptable en cuanto a poder competir mejor de lo podían haberlo hecho antiguamente. Pese a que todavía hay una distancia, poco a poco se va acercando.

-¿Usted llegó con un sello?

-Yo, como todos, tengo mi filosofía. Es algo que ya hacía cuando entrenaba en España. Gregg tiene una filosofía muy similar que ha ido mejorando y durante estos años me he sentido partícipe de cómo hemos evolucionado esa idea. Tiene tintes de la filosofía que yo traía, de cosas que he aprendido... He tenido que analizar muchas ligas y de todo coges algo. Nos gusta ser un equipo que presione muy alto, que sea muy difícil para el rival jugar el balón, que lo recuperemos rápido, que defendamos lejos de portería... Y nos está yendo bien porque somos el equipo menos goleado de nuestra Conferencia y uno de los menos goleados de las dos Conferencias. Somos un equipos que combinamos dos tipos de ataque. Somos capaces de generar ocasiones desde la posesión de balón porque tenemos jugadores de calidad. Es algo que, viniendo del fútbol español, también lo hemos podido tener aquí: ser protagonistas y ser capaces de superar al rival con la posesión para generar ocasiones y transiciones rápidas. Presionar alto nos beneficia a la hora de recuperar el balón y cuando lo recuperamos intentamos ser verticales. Son aspectos que he aprendido con Gregg. Como entrenador estoy evolucionando en muchos aspectos.

-¿Cuál es el objetivo de la temporada?

-Nos quedan dos partidos de liga. Hace dos semanas conseguimos matemáticamente la clasificación para los play off. Uno de los objetivos que teníamos como club era volver a los play off porque el equipo el año pasado no pudo competir en los play off. Son cuatro partidos: cuartos de final, semifinales, final de la Conferencia y la MLS Cup, que sería la final entre el ganador de la Conferencia Oeste y el ganador de la Conferencia Este. Nosotros vamos partido a partido y seguimos soñando, sabiendo que siendo nuestro primer año hemos cumplido objetivos. Pero una vez estás ahí, competir por todo.

-¿Ha incorporado a personas de confianza en el cuerpo técnico?

-He aprendido a tener un cuerpo técnico con mucha diversidad, con gente de Estados Unidos y gente de otros países. En este caso, de España. Tengo a Javi Cabello, que es uno de los asistentes, Miguel Villagrasa, el preparador físico, y tengo otro asistente que es Peter Luccin, que jugó en el Atlético y el Celta. Se retiró como jugador en Dallas hace muchos años y se quedó entrenando en la academia y ha estado de asistente en el primer equipo. Luego tenemos otros asistentes y analistas que son americanos.

-¿Hay alguna posibilidad de que Gregg le llame para ayudar en la selección durante el Mundial?

-(Ríe) De momento, no. Si ellos necesitaran staff extra... A veces las selecciones refuerzan el staff para el Mundial. En alguna conversación en plan de broma ha salido, pero nunca ha sido nada serio. Estando ya tan cerca, no me lo espero. Pero nunca se sabe. Fue un de las decisiones más difíciles, tener que dejar la selección y no poder optar a estar en un Mundial. Muchas veces no hay oportunidad en la vida o, si la hay, hay una. Pero son decisiones que uno tiene que tomar y estoy contento con la que tomamos. Estamos muy felices la familia y yo.

-¿Vive con su familia en Estados Unidos?

-Sí. Estoy con mi mujer y mis dos hijos. Vinieron conmigo desde el primer momento en diciembre de 2014. No ha sido fácil pero se adaptaron muy bien.

-A quien conoce perfectamente es a Yunus, del Valencia. Le ha dirigido en la selección.

-Sí, lo conozco muy bien. Nosotros en la selección, desde el momento en que empezamos a seguir a Yunus, siempre lo hemos visto como a un jugador de jugar por dentro, de mediocentro. En el Valencia las primeras temporadas lo pusieron mucho por fuera. A veces es normal cuando un jugador joven sube al primer equipo. Pero nosotros las características que le veíamos eran más de un jugador por dentro y con nosotros jugaba ahí y jugaba muy bien. De hecho, gente que lo veía en el Valencia y luego nos veía nosotros decía: “Parece un jugador completamente distinto”. Hablando con Corona -secretario técnico del Valencia-, con quien tengo relación, él también lo ha visto siempre como un jugador por dentro. Gattuso en ese sentido ha sabido ubicarlo bien en la posición y está sacando lo mejor de él. Todavía es muy joven, tiene mucho que aprender, cada año va mejorando y creo que el Valencia tiene ahí un valor importante para los próximos años.

-¿Cómo ve al Valencia actual a nivel institucional y deportivo?

-Institucionalmente el Valencia históricamente ha sido un club en el que siempre ha habido cambios cada año. Cuando trabajaba ahí tuve muchísimos directores de academia, directores deportivos, presidentes... Es un club al que le cuesta tener un poco de estabilidad a nivel institucional. Y a nivel deportivo el club ha entendido que para poder competir con el fair play financiero tiene que ajustar una serie de aspectos y hacer una serie de ventas anuales. Intenta ajustar la plantilla a las posibilidades que tiene el club. Como aficionado entiendo que pueda haber un descontento en ese sentido, porque se desconoce el nivel de algunos de los jugadores que puedan llegar. Pero yo, viendo al equipo cómo está compitiendo, creo que hay un muy buen equipo. Es un equipo joven que necesita un poco de tiempo y que necesitará ajustar ciertas cosas para ganar fuera de casa y que lo va a ir aprendiendo poco a poco. En casa se está mostrando fuerte, está jugando bien y está con una idea muy clara. El equipo tiene una energía muy buena y a los jugadores se les ve muy metidos en el proyecto. Creo que Gattuso en ese sentido es un valor muy importante. Y jugadores como Jaume, Gayà o Lato, que son de la casa, siempre van a ayudar a que las cosas vayan en buena dirección.

-¿Qué recuerdo le dejó su paso por el Valencia? Dirigió al primer equipo en dos encuentros.

-Sí, en Copa contra el Nàstic en casa y en Liga contra el Real Madrid. Mi recuerdo es maravilloso. Cuando empecé, poder entrenar en la academia a las categorías inferiores... Yo era y soy aficionado del Valencia e iba a Mestalla con Gol Gran a animar al equipo. Y pasé a entrenar en la academia. Imagina el orgullo que tengo. Estar en la academia del Valencia me ha preparado para poder estar donde estoy ahora. Tanto en la academia como cuando estuve en el filial y el primer equipo. Si no hubiese tenido esa experiencia en el Valencia, habría sido muy difícil poder estar donde estoy ahora.

-Tiene contrato hasta 2023 con opción a otro año. ¿Se plantea volver al Valencia o a España?

-El mundo del fútbol te lleva a muchos lugares. He estado en Columbus, en Chicago y ahora en Dallas y me puede llevar a cualquier otra parte del mundo. Es verdad que poder entrenar en la liga española sería algo maravilloso. Muchas veces uno sale para poder volver mejor preparado. Ahora mismo estoy muy contento con los pasos que estoy dando. Siempre he sido una persona de estar muy presente en el proyecto en el que estoy y nunca pensar más allá. Pero evidentemente, siendo español y valenciano, estaría muy contento de que en un futuro pudiera darse cualquier opción importante que sea un proyecto interesante. Pero el fútbol nos dirá dónde nos lleva.