r. d.
Valencia
Viernes, 21 de junio 2019, 20:09
Uno de los giros más curiosos de la carrera de Fernando Torres llegó en 2001, donde durante diez días fue jugador del Valencia. El 15 de marzo la entidad de Mestalla, presidida por entonces por Pedro Cortés y con la batuta económica de Manuel Llorente, fichó a la perla del Atlético por 464 millones de las antiguas pesetas.
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Fue una operación de urgencia económica para el conjunto de Jesús Gil, necesitado esos días de liquidez. El conjunto colchonero se reservó una opción de recompra en las siguientes dos semanas si lograba reunir el dinero para no tener que desprenderse de forma definitiva de Torres. Diez días después, el 25 de marzo, ejecutó la recompra con lo que la perla de Fuenlabrada nunca debutó con el Valencia.
Esa operación fue un caballo de batalla de Paco Roig contra los dirigentes del club. A través de su abogado, Romero Villafranca, el que fuera presidente de la entidad de Mestalla denunció la operación al entender que fue un préstamo encubierto pero el movimiento se quedó sin efectos jurídicos. Al final, el Valencia no tenía nada que perder... y mucho Torres que ganar.
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