¡Qué noche la de hace un año!

«Recuerdo aquel día con infinito cariño, fue muy especial porque la viví con mi padre que ahora está confinado y hace tres meses que no lo veo. Cuando nací le mandaron al registro a inscribirme pero él fue directo a inscribirme en el Valencia. Fui antes socio del equipo que ciudadano español. Estuve en la final de la Recopa, en la de la lluvia, en las demás... pero la última la viví con él y después de todo lo que ha pasado todavía es más especial».

«Lo viví desde Londres, en la preapertura de ArrosQD. Afloró un sentimiento de orgullo inmenso. Tengo afinidad con muchas personas que estaban en el campo de ambos equipos y en el Valencia concretamente tengo muy buenos amigos. Me alegré mucho por ellos, por nosotros y por la Comunitat».

«Fuimos a Sevilla, mi padre, mi hijo y yo. Fue muy emocionante porque las finales son especiales de por sí pero mi hijo, valencianista criado en Madrid, se contuvo durante todo el partido y en el pitido final explotó. Ese abrazo de los tres pone de manifiesto que el fútbol es algo más que un deporte».

«Estuve en casa con mi familia porque siempre nos ha gustado vivir las finales del Valencia juntos. Disfrutamos y sufrimos mucho y el final nos hizo muy felices a todos los valencianistas. Ojalá se pueda repetir algo así pero es complicado, hoy día en el fútbol es complicado disputarle las cosas al Real Madrid, Barça e incluso al Atlético. Espero que el club encuentre otra vez una base sólida».

«Antes del partido estuve en la fan-zone del Valencia en Sevilla donde ya auguré el 1-2 en una de mis canciones. No iba a acudir al Villamarín pero al final entré y lo vi con la afición del Valencia. Fue increíble, disfrutamos muchísimo de un partido y un ambiente fantástico. Para repetir».

«Estuve en los cines Callao junto a Raúl Antón, él es súper valencianista y estaba histérico, yo le intentaba calmar mientras veíamos el partido por el móvil. Cuando ganamos nos pusimos a saltar. Lo viví con mucha emoción sobre todo por él. Siempre he tenido al Valencia en el corazón por mi padre y mi hermano».

«Fue la final más extraña que he vivido. Estaba actuando en los cines Callao en Madrid. Cuando finalizó la obra salí al escenario a recibir el último aplauso con la camiseta del Valencia y en el público muchos empezaron a cantar 'campeones, campeones'. Al día siguiente volví y lo celebré en Mestalla».

«Fui uno de tantos valencianistas que estuvo en el Benito Villamarín. Pocas ciudades hay con tanto encanto como Sevilla. Un día antes del partido la ciudad ya estaba tomada por los aficionados del Valencia. No se puede ganar una final a todo un Barça sin sufrir pero fuimos mejores. Fue el colofón a dos años de un equipo con un gran entrenador».