Octavos y adiós a una mala temporada

Victoria sin brillo para cerrar una oscura temporada. El Valencia se ha despedido de una de las peores temporadas de la historia reciente. Ha acabado octavo, no jugará en Europa y deja una extraña sensación sobre qué pasará en el futuro. En el día en que se decidió vender el 70% del club al magnate de Singapur Peter Lim, el equipo de Pizzi remontó (2-1) un tempranero gol del Celta en el minuto 5.

Mestalla siempre es exigente y se llevó el primer disgusto en el minuto 5, cuando una jugada ensayada del equipo de Luis Enrique acabó con el primer disgusto para el público: falta en la frontal, apertura hacia el lateral, centro desde el fondo y gol en el segundo palo de Íñigo López. La defensa del Valencia ni olió el balón. Sobre todo Senderos, que debía marcar al central del conjunto vigués.

Con el equipo cansado y desganado, sólo un disparo lejano de Míchel incrementó la pulsaciones de Sergio, el portero del Celta. Los nervios aparecen pronto en la avenida de Suecia. La afición quería llevarse una alegría tras una decepcionante campaña y en el minuto 30 ya hubo pitos.

Míchel de nuevo respondió con otro disparo lejano y otra vez Sergio desvió a córner. Al menos empezaba a despertar el Valencia. Ya cerca del descanso apareció Parejo, con un centro que Piatti dejó de cabeza para que Feghouli rematara a la red. Empatar era fundamental para evitar la crispación de una afición ilusionada con la nueva era Lim.

Empezó mejor el equipo blanquinegro tras el descanso. Con esas ganas que acallan silbidos. Atacaba y buscaba remontar cuanto antes, objetivo que alcanzó a los diez minutos (en el 55) cuando Piatti cabeceó a puerta y, con la ayuda de un rebote en el visitante Jonny, consumó la remontada.

A partir de ahí, poco fútbol y pocas ocasiones. Apenas algunos disparos lejanos. Uno de ellos fue de Paco Alcácer ya en el tiempo añadido, pero David Costas lo sacó casi bajo palos. El valenciano entró en sustitución de Vargas, cedido por el Nápoles y que pudo haber jugado sus últimos minutos en el equipo de Mestalla. Lo mismo pasará con otros cuantos jugadores, cuyo permanencia en el equipo está más que cuestionada. Algunos de los mejores del año, como Mathieu serán tentados desde fuera. Luis Enrique, futuro entrenador del Barça, no escondió que le gusta el francés.

El Valencia arrebata al Celta la octava plaza, pero a siete puntos del Villarreal; o más, en función del resultado de este domingo con la Real Sociedad. Los de Pizzi al menos salvan la honrilla y evitan in extremis terminar por primera vez en la historia por debajo del Levante. Triste recompensa para un equipo con un pasado mucho más grande.