La contingencia Porchinos y el Protectorado, trámites pendientes

Cuando parecía imposible, el calendario tentativo que incluyó Price en el informe sobre la oferta de Peter Lim -que publicó LAS PROVINCIAS el mismo día en que lo conocieron los patronos antes de la votación de la venta condicionada- prácticamente va a cumplir los plazos previstos. La consultora preveía que el acuerdo entre Meriton y Bankia se produjera entre el 1 y el 13 de agosto. Apenas erraron en unas horas. Quedan por producirse los otros dos hitos, aunque parece que esta vez no han afinando tanto en la fecha.

Al menos en lo referente a Porchinos, una contingencia a la que en las últimas jornadas Amadeo Salvo ha prestado menos atención -teniendo en cuenta sus declaraciones públicas- que a las conversaciones con Bankia. El presidente del Valencia daba por encauzado el acuerdo con los bancos propietarios de los terrenos de Ribarroja mientras cargaba cada vez con mayor dureza contra el principal acreedor del club y la Fundación.

Salvo llegó a decir durante la presentación de Orban que todas las partes implicadas en el proceso habían dado un paso al frente y faltaba que lo hiciera Bankia. La realidad a día de hoy es que al acuerdo para resolver la contingencia Porchinos -valorada por los abogados de Meriton en 101 millones- todavía está en el aire.

Según la versión de Salvo, el acuerdo con los tres bancos (CaixaBank, BBVA y Ceiss) está cercano. Estas tres entidades se hicieron con los terrenos que Litoral del Este vendió a Nozar cuando esta última empresa entró en concurso. Aquel suelo se pagó a precio de urbanizable, antes de que el Tribunal Superior de Justicia paralizase el PAI de Porchinos. A día de hoy, todo está a expensas de que el Supremo ratifique el fallo o no, en cuyo caso se resolvería el problema.

Por si la sentencia fuese al contraria, Salvo lleva tiempo negociando con los bancos y, una vez tenga acuerdo, firmará un convenio con el Ayuntamiento de Ribarroja. El Consistorio, con ese acuerdo, convocará un pleno y, con la mayoría que tiene el popular Francisco Tarazona, se paralizará dos años el PAI. El alcalde, sin embargo, no convocará ese pleno hasta que el Valencia acepte sus condiciones.

Tarazona contempla otra vía de solución: que el Supremo no tumbe el PAI y condicione su ejecución a que se solventen ciertas deficiencias que llevaron al TSJ a aceptar la demanda de la agrupación ecologista Salvem Porxinos. El alcalde quiere facilitar este trámite al Valencia, pero ya avisó que, si la sesión no se celebraba antes del 15 de agosto (hoy) ya no sería posible llevarla a cabo hasta septiembre. Price estimaba que la resolución de la contingencia Porchinos sería entre el 8 y el 31 de agosto.

15 de septiembre

Luego está la firma del contrato de compra venta entre Meriton y la Fundación, que según se acordó el 31 de julio formalizarán los patronos José Luis Zaragosí y Salvador Belda. Price la prevé para entre el 14 de agosto (ayer) y el 15 de septiembre. Antes de este trámite, la operación debe ser aceptada por el Protectorado de Fundaciones, dependiente de la Generalitat.

Este organismo no permanece inhábil en agosto, por lo que podría convocar una reunión para abordar este asunto. Al cierre de esta edición, en su agenda, elaborada desde hace semanas, no estaba tratar ningún asunto de la Fundación del Valencia. Esto invita a pensar que este trámite burocrático -hay que tener en cuenta que la propia Generalitat votó a favor de la venta condicionada- se salvará a principio de septiembre.