Urgente La Primitiva de este lunes deja tres premios de 35.758,38 euros
Cancelo trata de superar en velocidad a un rival. :: EFE/Kai Försterling

Los nuevos responden

El técnico sólo introduce dos cambios, ambos en defensa, da minutos a Orban en la segunda mitad y Filipe Augusto se queda en el banquillo

TONI CALERO

Jueves, 25 de septiembre 2014, 22:26

valencia. La torre y el habilidoso pero inexperto carrilero. Mustafi y Joao Cancelo. Los dos hombres que alteraron ayer el granítico bloque del Valencia. Nuno anunció cambios porque las piernas necesitan descanso en esta semana atiborrada de compromisos y los hubo. Al final, sólo dos, pese a que la lógica -visto desde el exterior- invitaba a pensar que saldría de inicio Lucas Orban o Filipe Augusto. Las novedades en la defensa se unieron a la obligada incursión de Feghouli por el sancionado Rodrigo. Y, visto lo visto, acertó el portugués, que prefirió no introducir demasiados cambios de repente. Tocó lo necesario y habrá que esperar al duelo del domingo en Anoeta para ver si mantiene su apuesta por las rotaciones. El Córdoba en Mestalla no es la Real cobijada por su gente.

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La banda derecha empezó como un tiro. Para bien o para mal, Cancelo y Feghouli amasaron el balón más de lo previsto, con Gayà a cincuenta metros usando prismáticos para ver el esférico. El argelino estaba eléctrico, en su línea, y Cancelo, condicionado por sus ganas de gustar, probaba una y otra vez regates que no eran para él. O cuanto, menos, los intentaba en lugares prohibidos para un defensa. Así perdió el portugués -otro de los hombres que están en la cartera de Meriton- varias posesiones que Mestalla castigó con algún tímido silbido. Pero a Cancelo, por lo que se vio ante el Córdoba, le va lo de ser protagonista en ataque.

Botó una falta muy escorada que se estampó en el lateral de la red y luego originó el primer tanto del Valencia. Una pared entre el luso y Feghouli acabó con un centro del argelino y el cabezazo imposible del valenciano. Minutos más tarde, estuvo a punto de debutar a lo grande, pero su zurdazo, mordido, se fue rozando el palo de Juan Carlos. Su concurso fue intermitente, notable en ocasiones. En el segundo acto se relajó, tomando conciencia del escenario, el resultado y todo lo demás: pasó a ser actor secundario.

A Mustafi, pese a su altura, se le vio menos. En su primera acción se lanzó al suelo para rebañar un balón en una jugada que el árbitro interpretó como una infracción del futbolista alemán. La lentitud de Ghilas facilitó la tarea de Mustafi y obviamente también de Otamendi. Se entendieron los dos centrales a las mil maravillas y no les fue necesario mucho más para solventar los pocos problemas que les planteaban los delanteros del Córdoba.

A Mustafi lo convenció Ayala para que aceptara venir al Valencia después de una de las muchas llamadas que el entonces jugador de la Sampdoria recibió desde la capital del Turia. Pese a llegar de los últimos este verano, al alemán se le ve rápido e integrado. En esos automatismos de los que tanto habla Nuno, ayer se vio claramente cómo Cancelo y Mustafi habían empezado a competir con el Valencia porque ya estaban familiarizados con varios de los conceptos primordiales para este cuerpo técnico: la rápida salida de balón buscando a Parejo y Gomes.

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Nuno suele colocar una defensa de tres hombres cuando Alves se dispone a sacar -ayer Otamendi, Mustafi y Javi Fuego-, con los laterales bien abiertos y más arriba de la línea del centro del campo. Cancelo incluso se situaba a la altura de Ferghouli, lo que le costó alguna corrección de Nuno.

La jugada le había salido a la perfección al portugués: fue el argelino el encargado de poner el 3-0 en el marcador con un tiro cruzado. El tanto que hacía líder al Valencia gracias a la diferencia de goles respecto al Barcelona.

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Minutos para Orban

Tuvo minutos en el Pizjuán -anotó el gol del empate con el pecho- y el Coliseum. Ayer parecía el día en el que Lucas Orban saldría como titular para dar descanso a Gayà, pero Nuno mantuvo al valenciano de inicio. El argentino, un comodín que de momento es lateral zurdo en este Valencia, compitió por primera vez en Mestalla a partir del minuto 53. Con el 2-0 en el marcador y pensando ya en la Real Sociedad, Nuno dio descanso a Gayà y Orban, con el '6' a la espalda, ocupó su puesto.

Al argentino le tocó compartir carril con Carles Gil -otro de los que batallan por un puesto en el once- y pelear con un inoperante Matos. Poco exigido por el Córdoba se vio un Orban que cumplió con creces. Como Mustafi y Cancelo.

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