TONI CALERO
Jueves, 9 de octubre 2014, 22:01
Manejaba Del Bosque dos opciones. Una, menos arriesgada, era la de mantener a Diego Costa en el once. Un tipo fiable de cara al gol, estrella del Chelsea y la Premier League. Un león pegándose con Skrtel, el jefe de los eslovacos. Todo eso, pero también un delantero incapaz de hacer un gol con España pese a que tuvo partidos antes, durante y después del Mundial. La otra era Paco Alcácer, cuatro tantos y cuatro asistencias en un brillante inicio de campeonato suyo y del Valencia. Debutó marcando con la selección al primer toque, su gran distinción futbolística. Pues bien. Eligió Del Bosque a Costa. Y, visto lo visto, eligió mal.
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Al hispano-brasileño le cuesta un mundo interpretar el juego de España, ya sin la vistosidad de los mejores tiempos pero aún con la necesidad de amasar el balón la mayor parte del tiempo. No estuvo mal Costa en el primer tiempo, incluso pudo marcar en un cabezazo que rozó la madera de Kozacik. El resto del tiempo lo perdió en una interminable guerra con Skrtel.
Eslovaquia aprovechó un error de Casillas para adelantarse y la figura de Costa, muy discutida en la selección, cobraba si cabe mayor importancia. Necesitaban Silva, Iniesta y Fàbregas, principalmente, un referente 'jugón' que se relacionara con ellos y aprovechara cualquier resquicio para poner el empate. Pero Costa estaba perdido desde que el árbitro señaló el descanso. Mourinho ha seguido la fórmula que Simeone inventó para convertir al ariete en uno de los mejores de Europa, pero Del Bosque no.
La solución, en este caso de emergencia extrema, fue recurrir al oportunismo de Alcácer dentro del área. Un plan secundario que acabaría mutando en plato estrella. Albiol se había sentado en el 57' para dejar sitio a Pedro. Del Bosque se lanzaba a por el empate y lo hacía a tumba abierta. Con los once eslovacos refugiados en su área, era innecesaria una línea de cuatro atrás. Catorce minutos después, un Silva que no encontró su sitio en todo el partido se fue y en su lugar saltó, esta vez sí, Paco Alcácer.
Del Bosque aguantó el dibujo para jugar con dos puntos y en el 78', el valenciano se inventó un pase a la espalda de los centrales que dejó solo a Costa frente al portero. La jugada acabó en saque de esquina, pero Alcácer ya había dejado su sello. El encuentro era una pesadilla para España, incapaz de encontrar la rendija entre bloques de hormigón.
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La buscó Jordi Alba y apareció la oportunidad. Un pase desde la izquierda del exvalencianista permitió a Alcácer una muerte súbita con Kozacik. En dos toques ganó la batalla el de Torrent: control con la derecha, volea y gol con la zurda. Dos partidos oficiales con la selección, dos tantos. Y un debate abierto. Después de Macedonia y Eslovaquia, ¿sentará Del Bosque a Alcácer para ganar sí o sí a Luxemburgo?
Rodrigo, a la espera
En un partido más plácido, podría haber tenido tiempo de debutar Rodrigo Moreno, pero la primera convocatoria del valencianista con la selección se torció de forma inesperada. La entrada de Pedro por Albiol dificultó su debut como absoluto y más tarde, era obligada la participación de Alcácer para intentar dar la vuelta al marcador. Aún hubo una última ocasión para el zurdo, pero Del Bosque confió en Cazorla para quemar los últimos cartuchos en Eslovaquia.
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Rodrigo, un clásico en la sub-21 y el resto de las inferiores, tendrá que esperar al menos hasta el domingo para estrenarse con la absoluta. Mientras, a aprovechar un máster acelerado fuera del césped, rodeado de estrellas del fútbol europeo en una situación comprometida con varios asuntos pendientes.
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