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C. V.
Domingo, 2 de noviembre 2014, 23:01
vila-real. Se marchaba Amadeo Salvo más feliz que unas pascuas de El Madrigal. Sabe el presidente que el Valencia está rompiendo -para bien- las estadísticas. La sonrisa del presidente cuando abandonaba el estadio del Villarreal contrastaba con la cara de preocupación que tenía antes del comienzo del mismo. No estaba cumpliendo el Valencia las expectativas hasta el momento en lo que a los partidos de fuera de casa se refería.
Era el pero que se le ponía a Nuno, que no había acabado por tomarle el aire al asunto. Es verdad que se empató en el inicio de campeonato en Sevilla pero en San Sebastián se pasaron por muchos apuros para obtener un punto y ya se sabe el desbarajuste que pasó en Riazor contra el colista. Era la asignatura pendiente que tenía el equipo: saber cómo iba a responder como visitante (sólo había ganado 0-3 al Getafe) y encima ante un rival de peso al que, además, no se le ganaba desde hace siete años.
La cosa funcionó y permitió al Valencia seguir saboreando plaza de Liga de Campeones. De hecho, desde el 1-1 de Sevilla en la primera jornada (el Valencia fue octavo), el equipo no ha abandonado la zona de privilegio. Con la de ayer ha sido seis veces segundo, una primero y dos veces cuarto.
Al Villarreal, por cierto, le pasa algo parecido pero al contrario. Ha perdido contra Real Madrid, Barça, Sevilla y ahora Valencia. Los grandes se le dan mal a Marcelino.
Ya pensando en la visita del Athletic de Bilbao a Mestalla, el Valencia saca pecho al haber igualado el mejor arranque liguero del campeonato en estas diez jornadas que ha disputado. Ha sumado 23 puntos de los 30 que ha disputado gracias a las siete victorias, dos empates y una derrota que ha cosechado en Liga.
La primera vez que el Valencia consiguió una cifra similar de puntos fue en la temporada 1943-44, en la que fue campeón, aunque entonces se concedían dos puntos en lugar de tres por victoria. En aquella ocasión logró el mismo número de victorias, empates y derrotas que ahora. Esta situación se repitió, ya cuando la Liga otorgaba tres puntos por triunfo, en las campañas 2003-2004, en la que el Valencia también obtuvo el título, y en la 2008-2009, con Unai Emery en el banquillo.
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