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Nuno, con sus ayudantes, en el banquillo de Mestalla este domingo. :: jesús signes
A Nuno se le atraganta
su propio discurso

A Nuno se le atraganta su propio discurso

El Valencia no acaba de sentirse cómodo sin Parejo y con el nuevo sistema, mientras sorprende la situación del argentino Zuculini

C. V.

Lunes, 10 de noviembre 2014, 23:03

valencia. Siete preguntas y diez minutos. Es lo que duró la segunda rueda de prensa más complicada que ha afrontado Nuno desde que es entrenador del Valencia. La primera fue en Riazor y por un escandaloso resultado, pero ésta, la del domingo, también resultó trascendente por la proximidad de la afición a la hora de enjuiciar el trabajo y las decisiones del técnico durante el juego. Con la seriedad de saber que su equipo no había hecho las cosas bien, Nuno dio ligeras pinceladas de una versión que en Valencia todavía no se le conoce: la de la adversidad. Como todo ha ido bien hasta este momento, el técnico no sólo se ha sentido a gusto sino que ha demostrado dominar todas las escenas posibles.

El domingo salió a aplaudir a los aficionados desde el centro pero luego se esforzó en superar de la mejor manera posible las primeras preguntas punzantes. De hecho, saltó como un resorte cuando en la tercera pregunta que se le hizo se incluyó en la misma la siguiente reflexión: «Se durmió en los cambios...» «¿Qué?», preguntó de inmediato muy seco Nuno. El discurso del portugués cuando se le comentó que Valverde leyó mejor el partido entró en una contradicción. Retiró a Piatti, un exterior que encima está en racha de asistencias y a quien incluso elogió, para «tener dos arriba y poner dos jugadores por banda».

Buena parte de Mestalla había sacado la lectura de que el principal problema que exhibía el Valencia no era en su pegada final sino en la zona de elaboración. Pese a que Parejo podría para algunos no estar en su mejor momento de forma, lo cierto es que su ausencia ha dejado la primera secuela. El Valencia no acaba de sentirse cómodo con el 4-4-2. Es verdad que en El Madrigal con este dibujo se ganó sobradamente pero de la misma forma hay que admitir que al equipo no le hizo falta tampoco construir. Con la posición y la lucha tuvo más que suficiente para exprimir su tremenda pegada. «Nuestra idea de juego se mantiene igual», defendía el entrenador cuando se le insistió hasta en un par de ocasiones sobre el rendimiento del nuevo dibujo.

Cuando los resultados se tuercen, lo habitual es mirar precisamente a los que no están. Y en el Valencia se está produciendo una circunstancia que llama la atención. Zuculini, un fichaje promovido por Ayala, ni está ni se le espera; mientras que Filipe Augusto, que llegó por petición de Nuno, da la impresión de que ha perdido parte de la confianza que tenía depositada en él su entrenador. Si Zuculini no juega cuando uno de los centrocampistas está lesionado y el otro recambio no gusta del todo, entonces el argentino va a tener muy difícil sacar algún partido a su cesión. Sólo los 45 minutos que jugó ante el Málaga y tras sustituir a André Gomes. Ahí ha acabado por ahora toda su aportación como jugador valencianista.

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