H. E.
Jueves, 13 de noviembre 2014, 23:18
El consejo de administración del Valencia firmó ayer poderes para afrontar la solución a la contingencia de Porchinos, uno de los asuntos que todavía está pendiente de resolución aunque el presidente del Valencia, Amadeo Salvo, ha apuntado en diversas ocasiones que está encauzado para quedar solucionado. Los terrenos de Ribarroja donde se iba a construir la ciudad deportiva eran propiedad de la empresa Nozar, que los compró por 160 millones de euros. Al quebrar, pasaron a ser de tres bancos, con los que Salvo ha negociado durante los últimos meses para tratar de llegar a un acuerdo.
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Durante la reunión del consejo el presidente no dio ni una sola pista sobre cuál será su futuro en la institución. Salvo todavía no se ha pronunciado respecto a su continuidad al frente del Valencia. Peter Lim, según desveló Lay Hoon en rueda de prensa al día siguiente de firmarse la compra, quiere que el empresario siga en el proyecto. Una petición que Salvo quiere poner y cerrar en común con su familia.
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