El Valencia planta al Levante por el precio de las entradas del derbi

El derbi del Ciutat de València sube en excitación y esta vez han sido los consejos de administración de ambos clubes los que, bajo el paraguas del respeto hacia sus propios aficionados, se han encargado de prender la mecha y hacer saltar por los aires la supuesta 'germanor'. De momento, y en respuesta al primer paso que dio el Levante a la hora de fijar el precio de las entradas para la grada visitante, la directiva del Valencia se reunió ayer y tomó una decisión inaudita hasta la fecha: no acudirán el domingo día 23 a Orriols.

Esta vez, la decisión de Salvo y sus directivos es tajante, verán el encuentro por televisión. El comunicado que emitió el Valencia no deja lugar a dudas de las posturas enfrentadas. No se habla de romper relaciones con su vecino granota pero es uno de los mayores desaires que se pueden hacer. El Levante, una vez supo la reacción (Salvo llamó antes personalmente a Quico Catalán para comunicárselo), decidió no hacer ninguna manifestación pública al respecto pero sí garantizó que mantendrá el programa de actos protocolarios habitual. Es decir, habrá comida oficial en Casa Salvador, aunque sólo con los anfitriones sentados a la mesa.

Este enfrentamiento viene motivado por la decisión del Levante de no pactar con el Valencia el precio de las entradas para el duelo. La directiva azulgrana se reunió en la noche del lunes y marcó los precios (30 euros para la grada visitante), pero los anunció el martes. Esa misma mañana, antes de que se conocieran, Luis Cervera, director general del Valencia, llamó a Catalán para tratar de acordar un precio (15 euros), que sirviera también como referencia para el encuentro de la segunda vuelta. No hubo acuerdo.

De esta manera, la entrada más económica para los seguidores valencianistas será de 30 euros y ante eso, el consejo optó ayer por bonificar con 15 euros por entrada a cada uno de los aficionados que adquieran las localidades de esta zona. Ya están agotadas.

«Como consecuencia de la decisión adoptada por el Levante UD de fijar el precio de la grada visitante a 30 euros, no aceptando así el compromiso tácito de reciprocidad de precios alcanzado entre los clubes de la Comunitat Valenciana para la grada visitante...». Así arranca el texto que emitió el consejo blanquinegro, con el deseo de que el equipo de Nuno «tenga el máximo respaldo por parte de nuestros aficionados, y éstos no se sientan discriminados respecto a otras aficionados de los equipos valencianos...».

En un principio, la versión del Valencia es que respetaba la decisión del Levante de poner la cuantía que estimara oportuno pero como referencia válida se acogía a esos 15 euros que valieron las entradas en Orriols el día del Villarreal y los 15 euros que también costaba para la afición ilicitana el Valencia-Elche. El club granota siempre ha mantenido que su intención era aprovechar el tirón de la afición blanquinegra como una buena oportunidad para hacer caja, añadiendo además el argumento de respetar a sus socios. El pase más barato del Levante (incluye toda la Liga y la Copa) es de 80 euros (4 euros por partido).

La temporada pasada también hubo disparidad de criterios. En Mestalla en la primera vuelta se pusieron 15 euros para la afición granota y en la segunda vuelta, en Orriols, la entrada costó 25 para los visitantes. No fue así curiosamente hace dos años cuando ambos equipos sí acordaron un precio único: 30 euros. Antes sí pactaron, ahora no. Para dejar las cosas claras, además, el Valencia ya ha anunciado que para el partido de 'vuelta' costarán 15, «por coherencia con los valores del club y la idea de fomentar la asistencia de aficionados a los estadios».

En el Valencia, y eso es algo que se habló en la reunión del consejo, se considera que el fin último del Levante es impedir que su estadio se llene de aficionados del conjunto blanquinegro.

«Por respeto a nuestra afición, a la que se le dificulta la asistencia al partido, el consejo no asistirá al encuentro», dice oficialmente el club. En la casa levantinista causó cierta sorpresa esta decisión y se considera que el comportamiento está exagerado y fuera de lugar, e incluso algunos lo califican de indignante y hasta de falta de respeto.

Pese al silencio institucional, Vicente Cosido, presidente de las peñas del Levante, no duda en sus manifestaciones: «Fue un error de protocolo que el Valencia no llamara. El comunicado me parece patético, no dan ejemplo e incitan a la violencia. Es un error de bulto en contra de la línea de rivalidad sana que hay que mantener. El Levante, por ejemplo, ya se ha puesto en contacto con el Espanyol para ver el tema de las entradas».

La Curva Nord había decidido que iría a animar a los suyos pero desde fuera del estadio. Para que no quedaran dudas, también hizo su propio comunicado, calificando la actitud de la directiva azulgrana como «vergonzosa». Va un poco más allá al decir que «ellos intentan lucrarse y a intentar tomar el pelo a los aficionados del Valencia, que de tontos no tenemos un pelo». Hablan del respaldo rival cuando pasan por Mestalla: «Siguen sin movilizar a gente, casi ni se les ve», y aumentan la acidez al final: «Reiteramos la no presencia de CN10 dentro de las pseudo gradas...».