

Secciones
Servicios
Destacamos
JUAN CARLOS VALLDECABRES
Jueves, 29 de enero 2015, 23:03
Álvaro Negredo llegó en el último instante, justo antes de que se cerrara el mercado de fichajes de verano. Por eso, con tan contundente precedente y en lo que se refiere al Valencia, hasta las doce de la noche de hoy -cuando se echa el nuevo y definitivo cierre de la temporada- habrá que esperar movimientos. La impresión que existía ayer en el club es que no lo iba a tener nada fácil la secretaría técnica que dirige Rufete si quería de verdad contentar las exigencias que el propio Nuno se ha encargado de airear. El técnico portugués fue el primero en hablar de refuerzos para apuntalar la banda, aunque conforme han ido pasando las fechas el tono general del discurso ha ido variando sensiblemente. El Valencia ha pasado de la creencia casi absoluta de que se podía fichar a un centrocampista (al margen de la llegada de Enzo Pérez) y a otro futbolista de banda, a considerar que con lo que hay se puede perfectamente sostener al equipo arriba en la tabla en las 18 jornadas que restan por disputarse.
El primer movimiento al respecto y para paliar también el vacío que habían provocado las salidas de Carles Gil (totalmente inesperada para la entidad) y Rober, fue la incorporación de Salva Ruiz -otro lateral zurdo- y Tropi -centrocampista-.
Hay una cuestión básica que puede ayudar a moldear la postura del club si no se trae a nadie más. Si con Piatti lesionado y con Feghouli en la Copa de África el Valencia no sólo ha resistido en la clasificación sino que, además, ha escalado un puesto y tiene al tercero a tres puntos, con la presencia de ambos y sin la atractiva distracción de la Copa del Rey, la cosa puede incluso mejorar. Al Valencia sólo le queda una competición a la que dedicar todos sus esfuerzos. No tiene tampoco que pelear en Europa, como sí debe hacer el Sevilla de Emery.
Pero si en lo de fichar el Valencia va a apurar al máximo el horario, tampoco es que pudo estar muy relajado en lo que a la lista de bajas se refiere. Justo ayer se hacía oficial la resolución de contrato de Joao Pereira. La de Zuculini se resistía. Al primero le ha supuesto una alivio total, al segundo le supondrá una vuelta al City -existían dudas de si podía o no jugar en otro equipo español- después de haber echado por tierra seis meses de su carrera.
Apenas horas después de que cogiera por la mañana un avión, Joao Pereira posaba ya con la camiseta del que será su nuevo equipo hasta el próximo mes de junio. El Hannover 96 (décimo de la Bundesliga) lo anunció en su página web un poco antes de que lo hiciera el propio Valencia. «Su experiencia internacional habla por él», comentaba para justificar su fichaje Dirk Dufner, director deportivo del conjunto alemán. «Desea agradecer a Joao Pereira su comportamiento profesional e intachable en las tres temporadas que ha pertenecido a nuestra entidad», decía después el comunicado emitido por el Valencia.
Joao Pereira se ha ido en silencio y sin hacer ningún tipo de declaración agresiva, una postura que ha mantenido desde el primer momento pese a los azotes que públicamente le ha dedicado en alguna ocasión Nuno. Sólo anoche en las redes sociales deslizó algo de acidez aunque había que leer entre líneas. «Aprovecho para agradecer a todos los aficionados del Valencia, Curva Nord, compañeros, médicos, fisios, utilleros y al resto del staff el cariño, fuerza, admiración y respeto que han demostrado por mí estos años. Gracias por todo». Ni nombró a Nuno ni al cuerpo técnico -excepto que se refiriera al resto del staff- ni tampoco a Salvo o a los dirigentes.
1,2 millones netos este año
Joao terminaba contrato este mes de junio pero acogía una cláusula adicional por la que podía renovar por un ejercicio más (cobrando 916.000 euros netos) si participaba al menos en el 70 % de los partidos oficiales con un mínimo de 45 minutos. No ha jugado ni un solo minuto. Eso sí, Joao y el Valencia han tenido que negociar las condiciones para su rescisión. En febrero tenía acordado cobrar 412.000 euros netos y el segundo pago era para el 1 de julio, otros 503.000 euros.
Además, el internacional portugués tenía una prima especial de manera individual: si permanecía hasta junio; si no cometía ninguna infracción disciplinaria grave (siempre se mordió la lengua ante los periodistas), y si al menos había jugado 70 partidos oficiales en toda su trayectoria como blanquinegro, el Valencia debía abonarle otros 300.000 euros netos. Total, entre sueldo y prima, el futbolista iba a ganar esta temporada 1,2 millones netos, una cantidad bastante considerable y que tenía, además, el agravante de haber sido apartado deportivamente por Nuno.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.