Alcácer, entre una y dos semanas de baja

Paco Alcácer presenta un traumatismo femoro-patelar con distensión del ligamento cruzado posterior de su rodilla derecha cuyo periodo estimado de recuperación es de 1-2 semanas, sujeto a su evolución. El valenciano tuvo que ser sustituido ayer en Barcelona tras una mala caída.

Lo de Cornellà y Alcácer empieza a ser ciertamente sospechoso. El delantero sólo aguantó en Copa 34 minutos sobre el terreno de juego y ayer sembró de preocupación a bastante gente cuando en el minuto 52 se echó mano a la rodilla derecha y pidió el cambio. Se va a convertir este campo en gafarrón para el delantero valenciano. Con el tema de las rodillas, ya se sabe, hay que andar con precaución hasta que no se vea cómo sale la resonancia. También es verdad que Alcácer trataba de inyectar algo de tranquilidad cuando desfilaba por los largos pasillos del estadio espanyolista camino del autobús. Habrá que esperar a las pruebas médicas que se le van a hacer, pero por lo que él mismo confesó se trata tan sólo de una dolorosa contusión en su rodilla. Mejor, porque viendo detenidamente la acción en la que remató a puerta -y sobre todo la caída- el servicio en profundidad que instantes antes del cambio le había proporcionado André Gomes, la verdad es que era para asustarse.

Enzo Pérez fue el otro valencianista que se fue de Cornellà con el morro torcido. El argentino, visiblemente cojeando, sufrió las consecuencias de una fuerte patada en el talón de aquiles de su pierna derecha. Lo recibió en los primeros minutos de partido pero aguantó de manera un tanto incomprensible toda la primera mitad sobre el campo. Que le pregunten a Feghouli y a André Gomes lo del cambio. Ahora salgo a calentar, ahora me siento, y ahora vuelvo a corretear por la banda. Nada más recibir Enzo el recado cerca del tobillo y entre los gestos de su cara y la cojera, Nuno mandó a los dos suplentes a prepararse. Así estuvieron casi diez minutos, mientras Enzo deambulaba de aquí para allá participando en el juego. El dolor debió ir a menos porque tanto Feghouli como André acabaron sentándose mientras el argentino seguía negociando su cojera al mismo tiempo que sacaba las faltas y hasta remataba a puerta. Mal, dicho sea de paso. Tres minutos después de que el portugués y el argelino se sentaran con el resto de reservas, otra vez a calentar. Que me lo expliquen, debieron pensar, porque el cambio no se produjo hasta la segunda parte. Enzo tuvo tiempo de sobra hasta para ganarse una roja (la cosa se quedó en amarilla) por una durísima entrada a Víctor Sánchez, que acabó con el tobillo del espanyolista en escorzo.

Ciertamente, otra expulsión en este campo -como la de Mustafi en la Copa- hubiera sido demasiado ya. Menos mal que se ganó. Nuno y su gente respiran más aliviados. La jornada ha resultado perfecta. De esta forma, no habrá motivo esta semana para hablar de 'quién es el que tiene que tragarse la mierda'. Se quejaba amargamente el portugués la jornada anterior de no tener a Feghouli y a Piatti, y ayer este último le compensó este inhabitual gesto con un gol. Son las cosas que tiene el fútbol, que un día el Valencia no te quiere ver ni en pintura -Piatti tuvo casi los dos pies fuera la temporada pasada- y con el tiempo te conviertes en el arma secreta del nuevo entrenador.

El Valencia necesitaba los tres puntos y se los llevó. Con pifias como la de Parejo -a Mustafi le faltó mala leche para arreglarlo o se acordó de lo que le pasó en Copa- y con algunos minutos, los últimos, con demasiados nervios. Está claro que lo de la Champions va a tener que esperar hasta la última jornada. Será en Almería donde el Valencia cerrará el campeonato. Con la de ayer, empieza a compensarse el déficit que lastraba a Nuno fuera.