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Toni Calero
Jueves, 9 de abril 2015, 22:11
«No acostumbro a hablar de la actuaciones arbitrales pero después de treinta jornadas y por respeto a lo que sostiene al Valencia, que son sus aficionados, y a una entidad de 96 años de historia quiero mostrar una queja sólida». Así comenzó anoche Amadeo Salvo, al filo de las once, una comparecencia de urgencia ante los medios de comunicación, que apuntó de forma clara y contundente a la actuación de Teixeira Vitienes como culpable del empate del conjunto de Mestalla en San Mamés: «La actuación del colegiado Teixeira no está al nivel ni es digna de los deportistas que había sobre el césped, ni del deporte español ni de la Liga. Tanto la jugada de Otamendi, espero que el comité de competición sea justo, responsable y honesto, y la jugada del gol del empate creemos que son inadmisibles en un deporte tan profesional y complicado, tiene que ser mucho más serio».
Pero el presidente ejecutivo del Valencia no se quedó ahí y dio un paso más al frente, instando al cántabro que pidiera perdón por su actuación a los aficionados del conjunto valencianista: «Por respeto, debería pedir perdón, y valorar su actuación tan negativa y perjudicial para el Valencia. Nos jugamos muchísimo todos menos el colegiado. Quizá su prestigio, pero para que esté donde tiene que estar el árbitro tendría que pedir disculpas a la afición del Valencia». En ese preciso instante, y antes de que nadie le pudiera preguntar al respecto, reconoció que sus duras declaraciones podían entrar en conflicto con el mensaje que el club siempre ha querido lanzar con respeto al fair play, poniendo por delante a los aficionados que a cualquier otra consideración. «Es una situación repetitiva, quizá todos los clubes puedan quejarse pero es acumulativa y llega un momento en que el GloVal Respect y el fair play queda en un segundo lugar, porque el respeto a la afición del Valencia queda en primer plano», sentenció.
Salvo no quiso valorar la insinuación de Nuno Espírito Santo en la sala de prensa, cuando dejó en el aire la posibilidad de que haya alguien que no quiera que el Valencia cumpla sus objetivos. «No creo que nadie», zanjó, aunque acto seguido se quejó de forma clara del fuera de juego de Aduriz y enumeró algunos datos estadísticos: «En la jugada del gol el jugador viene de fuera y el linier está en su posición. Tenemos 62 puntos, somos uno de los equipos más ofensivos y con más expulsados, con menos penaltis a favor y más en contra. Quizá esto sea mirar al pasado pero creemos que lo de hoy (por ayer) es indignante y no puede volver a pasar, ni al Valencia ni a ningún equipo de fútbol».
El dirigente no quiso acabar sin lanzar un mensaje al Comité de Competición por la injusta expulsión de Otamendi: «Hay tres jueces y deben actuar con justicia, esperemos que sí. Todo el departamento legal del Valencia va a trabajar para que sea así».
La indignación no se quedó en San Mamés en el entrenador y el presidente, también llegó al vestuario. Incluso antes de que ningún futbolista saliera del mismo. Pocos minutos después de acabar el partido Mustafi colgaba una foto en la que se veía de forma clara la posición en fuera de juego de Aduriz junto a un mensaje claro «¡Otra vez más!», acompañado de nueve emoticonos de enfado. Su compañero Otamendi fue el primero en hablar ante los medios de comunicación, y quiso morderse la lengua en toda su intervención para no hacer más leña de su expulsión: «Estoy caliente por la situación. Se nos fueron dos puntos importantísimos. Estamos destrozados». En el momento de realizar estas declaraciones, el acta de Teixeira Vitienes aún no era pública.
Diego Alves, que antes de la expulsión de Otamendi y del empate del Athletic, se había convertido de nuevo en héroe de su equipo con un paradón antológico tampoco daba crédito a los sucedido en los últimos minutos: «Es incomprensible. No nos creemos que un linier trabaje toda la semana preparando un partido y tenga un fallo así. Nos jugamos mucho y cualquier fallo así te puede sacar de tus objetivos. Hemos hecho un muy buen partido contra el finalista de Copa, pero es una lástima que un resultado que era perfecto pase una cosa aparte del fútbol e influya». El brasileño se lamentó de los dos puntos perdidos por ese error mirando a los ocho partidos que restan para el final de la temporada «porque un fallo como el de hoy puede perjudicar mucho. Tenemos que aguantar todo y seguir adelante. En la reacción de Aduriz se notaba que estaba en fuera de juego, es uno de los errores más graves desde que estoy en España contra un equipo mío». El portero, eso sí, acabó lanzando el mismo mensaje que Espírito Santo, dejando claro que el equipo tiene que levantarse tras el golpe y pensar en el próximo partido: «Seguimos con la misma mentalidad, vamos a pelear por nuestro objetivo y cada uno va a sacar lo mejor. Ahora hay que ganar al Levante porque sabemos que el Sevilla tiene una jornada difícil».
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