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Toni Calero
Lunes, 13 de abril 2015, 22:23
Shkrodan Mustafi suele acompañar los viajes previos a los partidos con unos lujosos auriculares. Idénticos a los que utiliza Otamendi y, por qué no, un gran número de futbolistas de élite. El alemán rara vez rompe su silencio en esos momentos, aunque se despacha en inglés con André Gomes y en los entrenamientos grita como el que más. Ordena, como demostró ayer indicándole a Cancelo dónde debía esperar el posible balón de Diego Alves. Y pelea, tiene gol, para Löw es una pieza importante en la selección alemana... Virtudes, todas, más cercanas a las de un veterano con recorrido dentro de un club.
El fútbol de Otamendi es de otra pasta. Posee los elementos para haberse convertido en un icono del nuevo proyecto en apenas unos meses. Ayer faltaba el argentino por un insultante error de Teixeira Vitienes en Bilbao, pero el Valencia no lo notó porque Mustafi, el apacible central alemán que se transforma en cuanto pisa el césped, asumió los galones sin ningún tipo de problemas. Con 22 años -cumple 23 el viernes, justo antes del duelo en Barcelona- disfruta de otro perfil de líder distinto al de Otamendi pero igualmente válido.
Cierto es que el Levante apenas complicó la vida a la 'nueva' defensa blanquinegra. Con las bajas de Otamendi por sanción y Gayà por lesión, Nuno sorprendió incluyendo a Joao Cancelo entre los titulares. La decisión del técnico de sentar a Barragán -insustituible desde que arrancó la Liga- y dar minutos al luso permitió al Valencia en la primera mitad convertir el perfil derecho en una autopista.
El premio para Cancelo llega justo en la semana en la que el Valencia se ha movido para intentar fichar al portugués. Cancelo está cedido en Mestalla hasta final de temporada pero Nuno y Rufete lo quieren como una clara apuesta de futuro. Les convence lo que hace en cada entrenamiento, en los cinco partidos en los que ha salido desde el principio. Eso sí, no están dispuestos a pagar los 14 millones de euros que ha pedido el Benfica.
El juego de Cancelo le vino de perlas para disfrutar de lo lindo en el derbi. Tanto dolor de cabeza produjo a Toño que Alcaraz lo vio claro y sustituyó la lateral derecho en el descanso para dar entrada a Iván López. El partido lo sentenció Feghouli con el segundo testarazo que conseguía doblegar a Mariño y, a partir de ahí, la novedosa defensa del Valencia jugó aún más a placer si cabe. Mustafi mandaba y Joao Cancelo se lucía en ataque mientras Orban y Vezo hacían lo de siempre: cumplir con nota cada vez que Nuno les ofrece una oportunidad. El argentino está rindiendo durante la ausencia del supersónico Gayà y para el técnico es un seguro de vida. Al portugués, que empezó jugando en Liga junto a Otamendi por el tardío aterrizaje de Mustafi, se le contabilizan pocos fallos siempre que estado sobre el terreno de juego.
Salió Barragán en la segunda mitad y disfrutó el gallego de unos minutos de descanso pensando en el Camp Nou. Para la jugosa cita en Barcelona recuperará Nuno a Otamendi y, si la evolución continúa siendo positiva, a Gayà. Distintos nombres. Misma defensa.
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