Borrar
Urgente Tres afortunados se reparten 105.000 euros con la Primitiva de este lunes
Otamendi celebra el tanto marcado ante el Eibar en Mestalla.
Un trámite para acariciar la Champions
Fútbol | valencia cf

Un trámite para acariciar la Champions

El Valencia derrota al Eibar a medio gas, distancia al Sevilla y se escuchan algunos pitos en Mestalla por la falta de apetito

Héctor Esteban

Domingo, 3 de mayo 2015, 16:06

El Valencia cumplió en un partido de trámite vista la propuesta del Eibar. Un encuentro sin chispa, tan sudoroso como el bochorno que cayó ayer en Valencia a plomo. Pegajoso. Lo mejor, los tres puntos para distanciar al Sevilla y acudir al Bernabéu con margen de error. El colchón necesario para tener la Champions a la vista. Como cuartos. Ponerse a pensar otra vez en la tercer plaza sería caer en el mismo error. El Valencia jugó ayer al trantrán. Con altibajos. Tantos, que hubo pitos en la grada. Como un aviso a navegantes de que el plácet a Nuno tiene fecha de caducidad. La afición de Mestalla siempre ha sido exigente. Sibarita del juego. Los tiempos de gracia ya han agotados sus vidas. Ahora se quiere más. Porque el discurso oficial, el de la Champions eterna, obliga a pensar en grande.

El partido de ayer fue un sopor. A los dos minutos estaba finiquitado. No por el resultado sino por el espíritu con el que salieron los dos equipos. Los locales a ganar. El Eibar, a pasar la tarde de domingo. Los vascos van en un tobogán hacia el descenso. Sólo les puede salvar la bondad del calendario que le queda por delante. Es impresentable que en la mejor Liga del mundo, o eso dicen, un equipo ofrezca la propuesta que dispuso Garitano sobre el césped. Rácana. Ni una asociación entre jugadores. Incapaces de atar tres pases seguidos. Una estafa. Un argumento para transitar por Segunda División.

Lo extraño es que el Valencia se fuera al descanso con tan sólo un gol de ventaja. El que marcó Otamendi antes de la media hora tras una salida interruptus de Irureta. El Valencia debió resolver antes. Aplastar. Al menos, eso hacen Real Madrid y Barcelona, que es a lo que se quiere aspirar. El Eibar mereció un castigo mayor por su desidia. El problema fue que excepto la oportunidad del argentino no hubo ninguna ocasión clara de gol más allá de un disparo cruzado de Feghouli, que Irureta acarició al córner para el despiste arbitral. El resto, tiros desde la lejanía casi siempre por encima del larguero. Para el vuelo vistoso del portero armero. De Paul, el futbolista guadiana, lo intento siempre desde el vértice del área. André Gomes, en su peor partido de la temporada, también se atrevió desde lejos. Incluso Gayà estiró la pierna.

Cuando parecía que el Eibar quería sacar la cabeza de la cueva con un cabezazo fuera del tronco Piovaccari, llegó el gol del Valencia. Alcácer, con un toque marca de la casa, recuperó para la causa un mal córner sacado por Parejo. El detalle sirvió para que Gayà centrara con la precisión necesaria para que Irureta, el cancerbero volador, se sumiera en una crisis de identidad. Otamendi se elevó y puso tierra de por medio con el primer gol. El argentino, de inmediato, fijó la vista en el horizonte de Champions que se le dibuja al Valencia. La adquisición del hipster es la más rentable de la temporada. Un acierto de Rufete.

Por cierto, las prestaciones de Gayà merecen un inciso. El Valencia no encontrará en el mercado ningún lateral izquierdo como el de Pedreguer. Ni por futuro ni por oficio. Nunca se mejorará ese ratio entre calidad y precio. La renovación debe de ser una prioridad por encima de cualquier otro asunto marcado en la agenda en rojo. El chaval es caviar. Vale lo que cuesta y lo que pide. Ayer se retiró encumbrado y cojeando.

De vuelta al partido, en el minuto añadido de la primera mitad se dibujó lo que fue el encuentro. Primero entró Borja a rematar un córner con el culo -literal- y de inmediato, nueve jugadores del Valencia defendieron un saque de banda lateral con tan sólo Piovaccari en el área. Una xarlotà.

El Eibar nunca se tuvo que ir con vida al descanso. Pero el Valencia se lo permitió cuando los vascos merecieron banderillas negras por mansos. Garitano intentó algo más con Arruabarrena y el equipo pareció revivir por un instante. Boateng la tuvo, pero se lió con las trenzas en un remate de córner con la portería casi en su cara. La osadía del ghanés afloró los cantos ovíparos de una parte de la grada y los silbidos en Mestalla.

Sólo la desaprobación de la afición hizo despertar al Valencia. Que puso una marcha más porque la tenía guardada. De Paul, que ayer se reivindicó y merece tres partidos seguidos, lanzó un obús al travesaño. El balón lo recogió Feghouli, cuyo centro pegó en la espalda de un jugador del Eibar para que Parejo empalmara raso desde fuera del área. La pierna de un jugador rival elevó el balón hasta el lugar donde no llegó Irureta. El segundo tanto silenció la música de viento.

Después, más de lo mismo. Unos cambios desconcertantes por parte de Nuno ¿tan mal lo estaba haciendo De Paul? y otro gol más para el Valencia tras una falta al palo de Parejo desde 25 metros. El balón salió escupido y cuando anda suelto por el área pequeña Alcácer siempre transforma su instinto asesino en gol. A partir de ahí, otra vez sopor. Igual el calor derritió la ambición del Valencia. El Eibar sólo empezó a estirarse cuando se dio cuenta de que el partido lo tenía perdido. Desde el momento en el que empezaron a pensar en el Córdoba, que ya es de Segunda y que visita la semana que viene Ipurúa como gran final para los de Garitano.

Los pitos volvieron a Mestalla. Pese a que Nuno colocó juntos a Alcácer y Negredo. La bomba coletilla que le perseguirá de por vida en Valencia tuvo otra vez el cuarto de hora de rigor. Poco tiempo y menos provecho. Se prevén dudas para el 30 de junio, el día de pago. En el tramo final, Arruabarrena pasará a la historia del Valencia por cortar el récord de imbatibilidad de Alves en Mestalla. Al gol contribuyó la empanada general iniciada por el error de André Gomes. Al final, tres puntos con la Champions al girar la esquina.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Un trámite para acariciar la Champions