El Valencia de Lim gasta 72 millones en un mes

En menos de un mes, 72,5 millones de euros. Así, como quien no quiere la cosa, el Valencia de Lim ha pasado de acabar cuarto en la liga española a ponerse líder del ránking mundial en dinero gastado para la temporada que viene. Es más que probable que este curioso honor no resista hasta final de verano, pero de momento ahí están las cifras, inquietantes para algunos. Los cien millones del préstamo que Lim dio al Valencia y que hay que devolver lógicamente están consumiéndose por la vía rápida.

El último bocado se dio este lunes, con el pase definitivo de los derechos federativos de Rodrigo Moreno al Valencia. Al igual que su compañero André Gomes, Meriton -o sea Peter Lim- era quien tenía en su condición de fondo de inversión la propiedad de los dos exfutbolistas de Benfica, de donde los compró en enero de 2014. Allí acabaron la temporada cedidos y con la misma condición vinieron después al Valencia, con el compromiso de que pasarían a ser definitivamente propiedad del club de Mestalla (que es quien paga) una vez se hiciera efectiva la compra accionarial de Lim. Era pues cuestión de tiempo, un apunte burocrático que había que cumplir sin perder de vista las normativas que dificultan el control de jugadores por parte de fondos de inversión.

El de Rodrigo, que tendrá 50 millones de cláusula, era un hecho esperado pero que viene a elevar de manera considerable el capítulo de inversiones del Valencia. De hecho, el del delantero internacional se ha convertido con esos 30 millones de euros en el fichaje más caro en la historia de la entidad, a la espera de ver cómo se articula también la compra definitiva de Negredo, que llegó del City con el acuerdo de que al final del ejercicio 2014-15 se tendría que hacer efectiva la opción de compra. Otros 30 millones que tendrán que salir de la caja valencianista.

De momento y sin contar la cantidad de Negredo ni tampoco los 2 millones que hay que pagar también al Celta por Yoel (llegó con opción de compra obligatoria), el Valencia ya supera esos 72 millones de euros.

Todo comenzó con los polémicos 15 millones de Joao Cancelo. Polémicos por la diferencia de criterio detectada entre la manera de pensar de Rufete (con Salvo) y la de actuar del dueño (con Nuno y Mendes). Además, el Benfica, en lugar de informar a la Comisión del Mercado de Valores el coste de la operación como ha hecho en el resto de casos, optó por no dar la cuantía de la misma, algo que llama poderosamente la atención. Después llegarían los otros 15 millones de euros por lo de André Gomes, de quien sí se informó.

Y hace cuatro días llegaba la sacudida de Rodrigo Caio con esos 12,5 millones de euros más otros cuatro en función de una cláusula por objetivos que deberá pagar el Valencia al Sao Paolo. Pensar ahora que al club le queda dinero para fichar, por ejemplo, a Imbula es un tanto arriesgado. Si no cambia el panorama, Rufete se va a quedar con las ganas de traerse al centrocampista.

Y, encima, todavía está pendiente de resolver lo del portero y el hombre de banda que quiere Nuno. Con los desembolsos anteriores y con los ajustes que habrá que hacer para las renovaciones -Parejo y compañía llevan semanas esperando-, lo lógico es pensar que en esos dos frentes habrá más dificultades de las previstas en un principio. Por supuesto, si hay una venta importante -véase Otamendi-, el panorama se suaviza. De momento, en el Valencia reina cierta calma-tensa.