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Ocho partidos para ganarse el banquillo
PAKO AYESTARÁN

Ocho partidos para ganarse el banquillo

El Valencia busca entrenador para la temporada que viene y Ayestarán tiene la oportunidad de blindar su candidatura

HÉCTOR ESTEBAN

Miércoles, 30 de marzo 2016, 22:08

valencia. El 12 de marzo de 1983, un vasco de Sondika llamado Koldo Aguirre Vidaurrázaga se puso al frente del Valencia para obrar el milagro. El club de Mestalla era penúltimo empatado a 17 puntos con el Racing. Koldo Aguirre, que se convirtió en el tercer técnico de la temporada tras Mestre y Miljanic, trabajó la permanencia en sólo siete partidos. En la memoria de Mestalla siempre quedará el gol del Tendillo al Real Madrid en la última jornada como símbolo de la salvación.

Hoy la situación no es la misma. El Valencia duerme sobre una esterilla respecto a los puestos de descenso. Pero la sensación es la misma. Otro vasco, un guipuzcoano de Beasáin, Pako Ayestarán Barandiarán, tiene por delante ocho partidos para sellar la salvación lo antes posible y terminar la temporada con otra cara. Con una puerta abierta para que el valencianismo pueda a creer en los nuevos tiempos.

En lo colectivo es una necesidad. En lo individual, la oportunidad esperada por Pako Ayestarán para ponerse al frente de un grande, del Valencia Club de Fútbol. La entidad está en pleno proceso de selección de entrenador. Durante los últimos días el racimo de nombre ha engordado. Rumores. Si Ayestarán saca nota en su particular selectividad tiene muchos boletos comprados para continuar la temporada que viene. De momento, habla español, por lo que el vestuario del Valencia dejará de ser Babel, una de las claves de la presente catástrofe.

La llegada del técnico a mediados de febrero siempre se entendió como la de un submarino capaz de salir a la superficie si el momento lo requería. Se habló de un fichaje de consenso entre Gary Neville y Jesús García Pitarch. El inglés quiso ir un paso más y ligó el futuro del vasco al suyo: «Si yo me voy, Ayestarán también lo hará». Nada más lejos de la realidad.

Ayestarán es aroma de éxito en el Valencia. De Liga y doblete. En la época dorada de Rafa Benítez, al que se ató como preparador físico desde la etapa del madrileño en el Osasuna. La vida les llevó al Extremadura y al Tenerife para aterrizar en el Valencia en 2001. Un fichaje cargado de dudas. En Montjüic estuvo tan fuera como su jefe del Valencia. Un despido que abortaron Rufete e Illie en la segunda parte. El resto es por todos conocidos. Dos Ligas y una Copa de la UEFA.

De Mestalla voló a Anfield con Benítez. Para el recuerdo, la Liga de Campeones de 2005 con remontada histórica ante el Milan y Dudek como héroe en la tanda de penaltis. En Inglaterra, llegó un momento en el que la diferencias con su jefe pesaban más que las coincidencias. Benítez siguió su camino y Ayestarán se buscó las habichuelas. Lo intentó sin éxito como director deportivo de la Real Sociedad en 2008. El despachó no iba con él y se calzó de nuevo las botas. Primero con Quique en el Benfica; después en un segunda etapa en Valencia como Unai Emery y después otra vez con Sánchez Flores en el Al-Ahli de los Emiratos Árabes Unidos.

Ayestarán tomó la alternativa como primer entrenador en el Estudiantes Tecos mexicano en agosto de 2013. Un equipo de Segunda División al que llevó a jugar a la liga de ascenso. Cayó ante Leones Negros. Tras la aventura americana se marchó a Israel para ocupar el banquillo del Maccabi Tel Aviv en sustitución de Óscar García Junyent, ex jugador del Valencia. Se vino de Israel con un triplete. Embarcó en el proyecto del Santos Laguna, otra vez en México, y salió de allí para enrolarse en el proyecto de Peter Lim.

El Valencia no podría haber sido campeón de Liga y UEFA sin la disciplina de Rafa Benítez. El madrileño tampoco habría podido contar con un equipo tan cincelado sin la aportación del preparador físico vasco. Eran tiempos de coincidencias, de éxitos compartidos. Ayestarán conoce la casa. Está ante la gran oportunidad de su vida. Un plaza de primera. Ocho partidos para ganarse un lugar en la historia.

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