Munir adelanta a Rodrigo

Se acabaron por ahora los debates. El 9 para el nou nou y el banquillo para Rodrigo. Si Prandelli quiere retar a Mestalla, que ponga a Rodrigo este domingo de titular contra el Málaga y envíe a Munir a la suplencia. El delantero cedido por el Barcelona ha tardado una docena de partidos (vino en la tercera jornada) en dar la vuelta a una tortilla que hacía ya mucho tiempo que olía a chamusquina. A Rodrigo, la grada de Mestalla le ha aguantado de manera abnegada dos años y medio de su particular lucha contra sí mismo. A Rodrigo se le puso todo cuesta arriba desde el primer día al tener que soportar tres pesadas losas en su mochila: ser un capricho de Peter Lim; haber pagado 30 millones de euros por él, y que en sus tres temporadas sólo haya sido capaz de sumar 14 goles. Antes jugaba pegado a la banda pero este año, porque también él lo reclamó, lo hace dentro de un área que se ha convertido en un laberinto para él. O no está, o llega tarde o la envía al vomitorio.

La afición del Valencia quiere ver un delantero centro que meta goles, al fin y al cabo para eso están. Más aún con todo lo que ha ocurrido con la escapada de Alcácer. Nadie puede discutir que Rodrigo ofrece una generosa entrega en el esfuerzo pero de ahí a que haya hecho méritos para ganarse semana tras semana un puesto como 9... es para hacérselo mirar. Ayestarán se entregó a él casi con devoción y Prandelli lo ha mantenido en siete de los ocho partidos.

Ayer, Rodrigo, Siqueira y Diego Alves fueron los tres futbolistas descartados a última hora. Para el primero este envite copero le salió caro. Vio desde la butaca cómo Munir hacía gol en el primer balón que tocó. Pasó lo mismo en el Pizjuán. Esta vez, la asistencia de Montoya le dejó prácticamente solo para que únicamente tuviera que tocarla ante la salida del meta. Lo hizo de maravilla: toque sutil con su pie izquierdo y para dentro.

El problema para el Valencia es que esta discusión sobre quién de los dos merece de verdad un puesto en el once se realiza con unas estadísticas ridículas. Tres tantos lleva cada uno ahora pero lo peor es que tampoco Munir había dado sobradas muestras de dar lo que le pedía su entrenador. Ahora, si algo se puede deducir de este envite copero, es que el 5-3-2 parece encajar mejor a las cualidades del ex del Barça. Rodrigo, en el Pizjuán, ni se enteró de la película.

Que a estas alturas de temporada, con 14 encuentros jugados, los máximos anotadores del Valencia lleven la friolera cifra de 3 goles da a entender cómo está el patio. Lo de la defensa está claro que no hay por donde cogerlo pero a ver si esta primera goleada sirve de incentivo general. Hasta el de ayer, el Valencia no había dado para meter tres goles.

Y ya puestos a exigir, a Nani tampoco le vendría mal espabilar. Ayer estuvo flojísimo. A este paso, llegará un día que se plantee Prandelli probar con Munir y Rodrigo. Nunca se sabe.