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T. CALERO/L. MARTÍ
Sábado, 11 de febrero 2017, 23:04
Fue un penalti tan clamoroso que hasta los aficionados del Betis se echaron las manos a la cabeza esperando que Trujillo Suárez hiciera sonar su silbato. Pero no. La mano despegada de Pezzella para frenar el disparo de Montoya no ocurrió para ninguno de los colegiados. Parejo, Nani y Mina protestaron airados, Montoya se desesperaba y el Valencia veía, una vez más, como una decisión se le volvía en contra para encadenar el tercer encuentro consecutivo siendo víctima de los errores arbitrales. «Con todos los respetos a los árbitros, hemos sufrido una acción deliberada. El jugador rival detiene el balón con la mano. Lo ha visto todo el mundo, hasta los aficionados locales», sentenció el consejero Juan Sol.
El discurso, que el propio Sol y el consejero delegado Anil Murthy habían convenido en la zona mixta del Villamarín, llegó a causa del hartazgo. Contra Las Palmas, Munir vio una amarilla que no era y posteriormente fue expulsado, además el colegiado se inventó la falta previa al golazo de Lemos. En Mestalla, sólo unos días después, Soler se fue a la calle por responder a la provocación de Escalante. Sí vieron entonces la respuesta del canterano, pero no los brazos del futbolista del Eibar. Contra el Betis, con 0-0 en el marcador, le birlan un claro penalti al Valencia que ayer, al fin, se plantó.
«No se trata de protestar ni meternos de malas formas con la Federación pero sí nos tenemos que defender. Si tenemos que hacerlo lo haremos de buenas maneras, no vamos a tolerar y a permitir que se hable de malas formas hacia los árbitros», expresó Sol de forma comedida en unas palabras que respaldó Murthy. Cansados por tantas decisiones injustas, en el Valencia asumen que es necesario dar un paso al frente para gozar de más respeto dentro de la Federación. En el club de Mestalla se admite la falta de peso en el organismo y se va a trabajar en las próximas semanas en ese sentido: quieren que la Federación, presidida por Ángel María Villar, sea consciente del malestar existente en el Valencia por esta sucesión de errores arbitrales.
La última vez que el club había alzado la voz por los colegiados fue en la visita del Barcelona a Mestalla del 16 de octubre del año pasado. «El fútbol español no puede permitirse un arbitraje tan lamentable. Hoy es un día para que Undiano se avergüence cuando vea las imágenes por la televisión», dijo García Pitarch visiblemente enfadado. Es evidente que en el Valencia hay un vacío de poder a la hora de tratar con la Federación y se le va a intentar poner remedio. Ayer, antes que Sol y Murthy expresaran su enfado, lo hizo Voro: «Si se hubiera señalado el penalti, por supuesto que hubiera sido determinante para el partido. No estamos teniendo suerte con las decisiones arbitrales, aunque seguro que los colegiados quieren hacerlo lo mejor posible».
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