Javi Gracia trabaja en la burbuja de Paterna. Así de gráfico pero de real. El entrenador del Valencia es un empleado de un club de fútbol pero, por primera vez en su carrera, está a las órdenes de un organigrama que comparte esos códigos. Es por ello que entiende que en partidos como el de hoy ante el Elche, a dos puntos de la zona de descenso ya con la segunda vuelta empezada, se dude de su continuidad en caso de derrota. Los ilicitanos, además, llevan trece partidos sin ganar en Liga (7 empates y 6 derrotas) y no ganan desde que tumbaran al Valencia en la primera vuelta 2-1.
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Escogiendo muy bien las palabras para no herir sensibilidades, Gracia fotografió ayer en una respuesta al Valencia de Meriton. Joey Lim y Teo Swee Wei fueron los representantes del club en el viaje a Sevilla para disputar los octavos de la Copa en ausencia del presidente Anil Murthy. Tras la dura eliminación, por tanto, los encargados de gestionar esa situación con el equipo. En un club de fútbol normal, pasaría. De diversas formas pero algún contacto con entrenador y jugadores (de ánimo, reprimenda o consejo) se hubiera producido en el avión. En el 'universo Lim' todo es distinto. «A día de hoy no he tenido ningún contacto con nadie desde el final de ese partido, en el avión viajamos de vuelta con los directivos pero no he intercambiado información», sentenció Gracia. Cuesta imaginar una conversación de fútbol con Joey y Teo pero, al menos, ya es público que directamente no existe ninguna conversación de nada.
Tampoco de fichajes. Gracia ya ha tirado ahí la toalla y se limita a esperar al cierre de mercado. Lo que pueda opinar después si no llega nadie ya es una incógnita. «No tengo ninguna noticia, no me han comentado nada nuevo sobre fichajes», se limitó a apuntar. La frase sonó a funcionariado, esa palabra que tanto gusta a Lim y Murthy. El entrenador se sentará hoy en el banquillo gracias a que el Comité de Apelación le levantó de forma cautelar el castigo a él y a Guillamón hasta que se resuelva el expediente. En esta nueva final, un Elche con dos partidos menos pasaría al Valencia en caso de ganar, el técnico sabe que en la lógica del fútbol se puede estar jugando su futuro. En la de Lim todo pasa, a día de hoy, por contener el gasto. Un despido lo sería.
La presencia de Guillamón será un alivio para el equipo, que cuenta con Diakhaby y Mangala lesionados. El canterano formará con Paulista en el eje central. Para cuadrar la convocatoria habrá que esperar el resultado de las pruebas de Cheryshev, que ayer se retiró del entrenamiento con molestias. Guedes volverá a la citación y la lógica, después de la apuesta ante el Sevilla, es que regresen todos los habituales de la primera unidad (Jaume, Gayà, Carlos Soler o Maxi Gómez). El Elche de Almirón contará con la baja de Chaves y las dudas de Carrillo y Álamo. La última vez que los ilicitanos visitaron Mestalla –en octubre de 2014– fue el día del recibimiento con alfombra roja del valencianismo a Peter Lim. Ahora sería imposible... y no por jugar a puerta cerrada.
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