Un estadio que enamora a todo un municipio: La Cerámica ya es una realidad

Un renovado feudo amarillo con el que todo aficionado del club castellonense se identifica. El lavado de cara y la modernización es un hecho, a falta de pulirlo al completo a lo largo del primer trimestre de 2023. Pedro, tras muchos años como socio del conjunto 'groguet', apunta que «es un lujo para Villarreal. La reforma era necesaria y es una maravilla», comenta a Las Provincias antes de entrar al recinto.

En esa misma línea se muestra Vicent. «A mí me parece que técnicamente es muy bonito y yo creo que está muy bien para relanzar una localidad como Villarreal. Es muy bonito y me encanta. Además si lo comparas con el Nuevo Mestalla, que allí en Valencia aún sigue parado y ves lo que han hecho aquí, la verdad que esto es una maravilla», señala. Acompañado por la familia, el socio subraya también que «para el equipo encima es un factor que puede ayudar a ir mejorando, crear otro ambiente, igual que con la directiva y la afición», añade.

Toni Cardo, presidente del Vila-real Bàsquet Club y simpatizante del submarino amarillo, incide sobre la remodelación que «la veo necesaria y el estadio está mejor que antes, sin duda. Es nuestro escaparate de cara al resto del mundo. Al igual que la ciudad deportiva y los campos municipales CEM», añade al respecto. En referencia al duelo frente al Valencia, afirma que «siempre vemos un buen fútbol y un buen ambiente y no ha sido una excepción este año». También opina sobre la campaña 22-23 que está realizando el cuadro amarillo. «La temporada está completamente abierta y el mercado de invierno ya está aquí para poder reforzarse. El Villarreal tiene una trayectoria amplia en Primera División y seguro que seguirá luchando por sus objetivos año tras año», finaliza.

Por otra parte, Rubén, aficionado del Villarreal, también va en la misma postura que el resto. No es una excepción a aquellos que ven la reforma en positivo. De hecho, cuesta encontrar aficionados (si los hay) que no les guste en comparación a unos meses atrás, cuando aún no se había iniciado el proceso de la 'nueva' Cerámica. «Es una pasada como está el estadio. A mí la verdad es que me ha sorprendido y eso que aún no está acabado del todo. Muy chulo», apunta.

Un estadio que seguirá manteniendo su nombre en castellano. Y es que hace unas semanas varias asociaciones de la localidad castellonense recogieron firmas y escribieron un manifiesto reclamando que se cambiara para rotularse en valenciano, de acuerdo a que «uno de los sentimientos compartidos por toda la población de Vila-real es el aprecio por el equipo de fútbol, en todas las categorías y modalidades», señalaban. Finalmente, hace unos días en el pleno del Ayuntamiento del municipio se decidió descartar esta cuestión y, por tanto, seguirá siendo el Estadio de la Cerámica.

Un coste de unos 50 millones de euros

Villarreal, una localidad de alrededor de 51.000 habitantes, que vibra y tiene arraigo con su club y ahora con la remodelación del feudo 'groguet', más todavía. Se sienten orgullosos de un equipo que desde hace unos cuantos años lleva instalado en la zona noble, a pesar del traspiés de la temporada 2011-2012, cuando descendieron a la categoría de plata.

Con una serie de mejoras muy notables, como por ejemplo, la nueva megafonía. Es atronadora y todo aquel que está en el interior del recinto la escucha a la perfección. Al igual que ocurre con los videomarcadores. Se han instalado dos, uno en cada fondo, con unas dimensiones de 300 metros cuadrados (21 por 7 metros). Y crean una sensación diferente, porque se incrustan a la perfección con el color amarillo, tan identificativo con el club. La iluminación es otro de los aspectos renovados, además de la Sky Cam, la cámara aérea, que mejora las prestaciones audiovisuales de cara a los partidos.

Una reforma que llegó a tiempo de cara al encuentro frente al Valencia, con una duración de siete meses, tal y como prometió el presidente de la entidad, Fernando Roig, cuando se presentaron los primeros esbozos, y que será una realidad de manera íntegra dentro de unos tres meses.

Con un coste de unos 50 millones de euros, 15 más de lo estimado previamente. La inflación y el encarecimiento de los materiales hicieron aumentar el gasto, que está sufragado por el fondo de inversión CVC, de acuerdo a la operación llevada a cabo por LaLiga para los clubes. Además, es el primer estadio que se reforma por ello. El Nuevo Mestalla, por ejemplo, deberá esperar para reanudarse, pero también está asignado al presupuesto del acuerdo, con la partida que corresponde para infraestructuras. Falta que todas las partes lleguen a un acuerdo, lo que parece una quimera por momentos, y se fije un periodo claro para retomar los procesos de la nueva casa del Valencia.