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Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia
Peter Lim, el primero por la derecha en su palco privado de Mestalla. manuel molines
El nuevo Mestalla, el auténtico desafío de Lim

El nuevo Mestalla, el auténtico desafío de Lim

Los 500 millones que arrastra el club de deuda dejan en evidencia la teoría de Murthy y crean inquietud por la política de futuro planteada El empresario compró el Valencia para situarlo en la élite europea y los accionistas demandan la finalización de la obra

J. CARLOS VALLDECABRES

VALENCIA.

Domingo, 9 de diciembre 2018, 00:19

Si hubiera que resumir tras la junta de accionistas y en pocas palabras la situación global que tiene el Valencia -al margen del empate de ayer- podría ser: 'sin novedad en el frente'. El nuevo Mestalla sigue parado sin saber hasta cuándo y la deuda no sólo no mengua sino que empieza a crecer. Si con los discursos de Layhoon, Meriton todavía mostraba alguna intención por cautivar el favor de sus accionistas, Anil Murthy y a pesar de jugar con la ventaja de manejar el idioma, ha inaugurado una fase mucho más aséptica y distante. Bajo este nuevo prisma, las asambleas del futuro se van a alejar definitivamente de aquellas largas jornadas en las que los accionistas entraban hasta en los mínimos detalles con los dirigentes. El viernes, en la junta más rápida y fría de la historia, quedó demostrado que la afición del Valencia se ha cansado de escuchar entre otras cosas un discurso vacío sobre el nuevo estadio y que son pocas las voces que alertan sobre los balances en rojo que año tras año se repiten (96.

La tartaleta de hormigón de la avenida de Les Corts Valencianes se ha convertido en el gran desafío para Peter Lim y la sensación general que quedó en la asamblea es que el máximo accionista mantiene una frialdad máxima al respecto. La apuesta por construir el estadio se hace con la boca pequeña. «Hay deseo e ilusión», llegó a expresar en un momento Mateo Alemany (Murthy prefirió guardar cierta distancia). El director general explicó el proceso de selección de las propuestas sin entrar en detalles, lo que de alguna forma contribuye a esa sensación de desánimo con la que se marcharon los pocos accionistas que acudieron a sus casas.

Si en noviembre de 2016 Layhoon anunció que no «se llegaría a tiempo para el centenario», dos años después todavía se está en una fase embrionaria, con el matiz de que se han añadido otros actores como las firmas interesadas en la operación. Lo más curioso es que la expresidenta llegó a decir en aquella asamblea que en un plazo de seis meses se iba a presentar un nuevo diseño -el enésimo- de Mark Fenwick. Por supuesto, nada se sabe del citado boceto. Cuatro años después de su desembarco en el club de Mestalla como dueño, la credibilidad de Meriton ha sufrido un desgaste de cierto calibre. Junta tras junta se repiten los mismos temas de debate sin que se aporten soluciones: la paralización del campo; los problemas con Curva Nord; el daño de las contingencias de Porxinos y la UE; la deficitaria atención que tiene el pequeño accionista; las apuestas deportivas fallidas pilotadas por Jorge Mendes; y principalmente también el agujero económico que lejos de cerrarse, cada vez es más grande.

El paso de los años ha descubierto el desgaste en la credibilidad de Meriton hacia los accionistas

Que el director general diga que el Valencia transita por encima de sus posibilidades es una realidad que, aunque escuece oírla, padecieron otras directivas anteriormente, pero que lo diga con el convencimiento de que o se sigue esa dinámica o se pierde el tren de los grandes, deja en el ambiente la duda si no se estarán repitiendo los mismos errores que orillaron al Valencia al concurso de acreedores. Los 500 millones de deuda (454 a 30 de junio, más las operaciones de verano) no sólo echan por tierra la falsa teoría de Murthy de que el club sólo debe 200 millones a los bancos, sino que está muy lejos de aquella premonición que en su día se atrevió a decir Aurelio Martínez en la asamblea popular de mayo de 2014, por entonces presidente de la Fundación: «Dentro de cinco años -quedan cinco meses- la deuda del club será de 28 millones».

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