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R. D.
Madrid
Sábado, 20 de enero 2018
El nuevo Mestalla lleva parado desde 2009 y a estas alturas nadie se atreve a mojarse por él. Ni lo hizo en la última Junta de Accionistas Anil Muthy ni tampoco lo hizo ayer en Madrid Javier Iribarren, codirector del estudio Fenwick Iribarren, responsable del diseño. «Estamos iniciando las conversaciones con el ayuntamiento de Valencia, que tiene un equipo distinto al que había cuando se aprobó el primer proyecto. La actitud es muy buena y parece que todo va a ir hacia adelante sin problemas», explicaba Iribarren a la agencia Efe. Según Iribarren, este estadio, una vez adaptado el proyecto a los requerimientos municipales, podría estar construido «en dos años y medio».
«Creo que el club hablaba de 2020, se intentó hacerlo para 2019 que es el centenario del club, pero no llegamos», añadía el socio de Fenwick, que no tiene dudas respecto a la calidad del producto que vaya a resultar al final de esta larga batalla. «Este estadio será un hito como lo fue el nuevo San Mamés, será un proyecto significativo e importante», opina.
De sus palabras se deduce que si el Valencia quiere, el nuevo estadio estará acabado en 2020, aunque todo sigue un poco en el aire. Hay que recordar las palabras de Murthy en la última Asamblea. «Percibimos la ansiedad de los aficionados. Entiendo que quieren ver que las obras empiecen. En 18 meses no vamos a ver obras. El objetivo es cumplir las obligaciones que el nuevo campo esté para la temporada 2021-22 pero hay que hacerlo bien».
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