El nuevo Mestalla costaría casi 500 millones de euros

En la última memoria, ni hay plazos de finalización ni un ajuste real de los pagos. Además, tampoco hay una valoración sobre el posible desgaste de una estructura de hormigón que estaba pensada para estar cubierta en su totalidad y que lleva 15 años a la intemperie afectada por las condiciones meteorológicas. Valencia es una ciudad afectada por el salitre del mar, que suele afectar a las edificaciones.

La proyección del estadio según Meriton sería de 219 millones de euros, que corresponden a 63 millones de lo ya ejecutado, más 156 millones pendientes de hacer y casi 33 millones de euros de IVA. Unas cifras que no casan con las cuentas anuales, donde el Valencia presenta una inversión de más de 128 millones de euros, a lo que habría que sumar 44,5 millones de los costes del terreno.

En cambio, un presupuesto al margen de la memoria presentada a 31 de enero de 2024 eleva los costes de finalización del nuevo Mestalla. El presupuesto de ejecución de material recogido en la documentación del despacho de arquitectos es de 119 millones de euros, a los que hay que sumar 52 millones de los gastos generales, beneficio industrial e impuestos, más los 9 millones del polideportivo, que no está incluido. Una estimación del 40% de sobrecostes, nada descabellado en una obra como esta –la reforma del Santiago Bernabéu se presupuesto en 500 millones de euros y ha costado más de 1.000 millones–. Además, a estas cantidades hay que sumar el acondicionamiento de la estructura y otras tareas que algunas de las fuentes consultadas cifran en unos 30 millones de euros en el caso de que se detectaran graves deficiencias. En total, 300 millones de euros.

Una cantidad a la que había que sumar lo ya ejecutado, que son los 128 millones ya invertidos según la página 21 de las cuentas anuales del Valencia y los 44,5 millones que se invirtieron en la compra del terreno. En total, 173 millones de euros, que más los 300 pendientes de ejecutar, cierran el presupuesto de construcción del nuevo Mestalla en unos 470 millones de euros.

Una cantidad inasumible para un club que en estos momentos está pintado de números rojos, como los 90 millones euros en negativo que acumula en su fondo de maniobra, según las últimas cuentas oficiales.

La financiación del nuevo estadio sería gracias a los 80 millones de euros del préstamos de CVC, más los 30 millones por el terciario de la avenida de Les Corts Valencianes y los 120 millones en los que está presupuestada en este momento la venta de los terrenos del actual estadio de Mestalla. En total, 230 millones de euros.

Si los presupuestos previstos fueran fieles en el cumplimiento, algo que no ha ocurrido en ningún ejercicio, no se generarían ni excedentes ni déficits de tesorería.

La situación a la fecha de finalización del estadio –30 de junio de 2026– la situación real del club sería de 90 millones en rojo en el fondo de maniobra, más casi 83 millones del pasivo de la deuda de 2025 y 2026, en total, más de 172 millones de euros.

En resumen, la financiación obtenida de 230 millones menos los 300 millones que habría que pagar para acabar las obras, el resultado es de 70 millones de euros en negativo. Si a esta cantidad se suma los 172 millones de necesidades de tesorería entre esta temporada y la 2025/26, la carga es de 243 millones de euros. El Valencia se encontraría el 30 de junio de 2026 en una situación de caos absoluto con un fondo de maniobra negativo de 267 millones de euros, un pasivo a largo plazo no corriente de 155 millones, por lo que el total de la deuda del club se dispararía por encima de los 423 millones de euros.