Un nuevo reto para el ejército de Bordalás

El valencianista comenzará a jugar hoy la quinta jornada porque necesita un pinchazo del Atlético (también con 10 puntos y que recibe al Athletic de Marcelino) para que su equipo tenga mañana la opción de lograr algo que hace más de una década que no consigue. Si el Valencia logra tumbar al Real Madrid y los de Simeone no ganan a los vascos, el equipo de Mestalla será líder en solitario de LaLiga tras la quinta jornada. La última vez que lo consiguió fue el 25 de septiembre de 2010 tras ganar 0-2 al Sporting, entrenado por el eterno Manolo Preciado, con goles de Topal y Soldado. Emery era el entrenador de los valencianistas. En caso de una victoria del Atlético y otra del Valencia, los de Mestalla serían primeros si mantienen la ventaja en el average (+7 para los blanquinegros y +3 para los rojiblancos). Si ese es el escenario, igualarán al arranque de la temporada con Nuno, donde tras la quinta jornada compartían liderato con el Barça y el Sevilla. En los dos precedentes, el Valencia acabó la temporada clasificándose para la Champions. Ese final lo firmaría al unísono todo el valencianismo. Sin ninguna fisura ni grieta.

El nuevo reto para el ejército de Bordalás también lo es para el entrenador. El alicantino también busca frente al Real Madrid romper un muro particular. Con el Getafe, el único club con el que se ha enfrentado a los blancos, nunca ha conseguido la victoria. De los ocho precedentes, dos empates y seis derrotas. Los empates, además, fueron sin goles. La última vez que un equipo de Bordalás le marcó un gol al Real Madrid fue en marzo de 2018 y el técnico acumula 565 minutos sin ver que un equipo suyo perfore la portería madridista. Mañana, el contador se pondrá a cero en Mestalla y a buen seguro que será otra motivación.

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Paulista, que está formando un muro junto a Alderete en el arranque de temporada, resumió ayer el espíritu del equipo en el arranque de curso. No hay secretos, 'simplemente' ahora la plantilla tiene a un motivador como jefe: «Bordalás es un entrenador que te aprieta, que no te deja relajarte ni un segundo. Ahora volvemos a ser lo que es este club. Yo tampoco he estado en mi mejor nivel y ahora he vuelto a ser lo que soy. Quiero ser mejor, quiero aprender cada día con Bordalás. Habla mucho conmigo y me demuestra lo que soy y lo que puedo hacer mejor. Eso te da más confianza para trabajar y ser mejor en cada partido». El central, en declaraciones a los medios oficiales de la entidad, no escondió que está germinando la semilla de la ambición tras el gran arranque de temporada: «Nuestra mentalidad es ser un equipo ganador, que no da un balón perdido. Da igual el partido que afrontemos, si es contra el primero o el último, tenemos siempre la mentalidad de querer ganar y estar siempre arriba. Vamos a seguir creciendo y hay que seguir así, trabajando fuerte y demostrar en cada partido que somos el Valencia, que el Valencia es un club muy grande. Tenemos que enfrentarnos a equipos como el Real Madrid de igual a igual».

El mejor termómetro para medir la temperatura al grado de ilusión del valencianismo es la venta de entradas. De las 29.000 puestas a la venta para el partido de mañana, tras levantarse la restricción autonómica de 20.000, quedaban 3.000 a la venta al cierre de esta edición. Como si fuera aquel fútbol de antaño donde este tipo de partidos era 'día del club' y no entraba en el abono, 26.000 personas ya han pasado por caja. Si se agota el papel, la hemeroteca no reflejará muchos precedentes donde el Valencia haya vendido casi 30.000 entradas para un encuentro de Liga desde que todos entran en el pase.