El valencianismo pasó la tarde-noche del miércoles pendiente de los resultados de los rivales directos. Primero el Villarreal, o mejor dicho Nico Jackson con su doblete, hizo el favor venciendo al Cádiz. Pero los importantes eran otros. Si ni el Espanyol ni el Getafe ... puntuaban, el Valencia podía firmar la permanencia en Mallorca con un empate. Pero lo hicieron los dos. El Atlético se llegó a poner 0-3 en Cornellà pero el conjunto perico no se rindió y remontó para rascar un empate (3-3) que le deja con opciones de salvarse, aunque visitará la próxima jornada Mestalla. El Getafe de Bordalás peleó y sacó un vital triunfo ante el Betis con un cabezazo del exvalencianista Alderete, poniendo la zona baja al rojo vivo con un triple empate a 38 en el abismo.
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Pero más allá de lo ocurrido en el resto de partidos de la jornada y todo el revuelo mediático del caso Vinícius, el Valencia se juega mucho este jueves en Mallorca. Son Moix puede ser el escenario para cerrar uno de los capítulos más tormentosos de la historia reciente acercándose a la permanencia. Con un triunfo, el equipo estará matemáticamente salvado. La temporada 2022-23, esa en la que el equipo estuvo tambaleándose en el abismo hasta que llegó Rubén Baraja, que extendió su mano y está salvando al Valencia de bajar a Segunda.
Porque esa y no otra es la lectura de la situación vivida en los últimos meses. Una plantilla mal construida que se atascó mentalmente tras el Mundial y que se colocó en puestos de descenso tras el paso de dos técnicos, Gattuso y Voro, que fueron incapaces de reconducir la situación. Hasta que llegó una leyenda de la casa, que mejor que nadie conocía la fórmula del éxito: mirar a Paterna. De la nada sacó a Javi Guerra, Alberto Marí y Diego López. Tres canteranos que han sido vitales en la consecución de triunfos importantes ante Valladolid, Celta y Real Madrid.
Nueve puntos obtenidos por tres chicos del filial a los que el Pipo se deshace en elogios: «Su rendimiento está siendo bueno y están participando cuando lo consideramos oportuno. Creo que es interesante que su participación haya coincidido también con la mejora del equipo, porque al final eso nos da también la posibilidad de ver su crecimiento, de ver su evolución y, sobre todo, de ver cómo aportan al equipo. A partir de ahí, nada más. Están para trabajar, cuando ha llegado su oportunidad están tratando de intentar aprovecharla y nosotros contentos porque nos están dando cosas. Esto es lo que buscábamos, rendimiento inmediato para tratar de sumar puntos y que esto finalice como todos queremos, que es cuanto antes podamos sumar los puntos necesarios para, matemáticamente, el año que viene, el Valencia esté en Primera División».
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En cuanto al partido en sí, cabe destacar que el Mallorca llega con varias ausencias en defensa por lesión. Raíllo, Nastasic y Augustinsson son baja por molestias al igual que el centrocampista Ruiz de Galarreta, la brújula del equipo entrenado por Aguirre. Arriba, la pólvora la ponen Muriqi y Kang In, el talento que el Valencia dejó escapar precisamente de Paterna. «El Valencia va a venir como tiene que venir. Ya le ganó al Madrid jugando con mucho pundonor, tiene a todos sanos otra vez, tiene un juego ofensivo vertical y si no espabilamos vamos a dejar una mala imagen de despedida de temporada. Ya le dije a los jugadores que no se permitan eso», comentó Aguirre en la comparecencia previa al encuentro.
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