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Paco Lloret
Sábado, 14 de septiembre 2024, 00:12
El árbitro Japón Sevilla, al que José María García desde las ondas –con su voz aflautada y en tono incisivo– le dedicaba siempre la misma chanza sobre el origen de los apellidos, dejó al Valencia con ocho después de mostrar tres tarjetas rojas. El colegiado andaluz no pudo eclipsar con su actuación el gran triunfo valencianista en el Vicente Calderón. Tres expulsados. Pese a la inferioridad numérica, los de Mestalla resistieron de forma heroica y se llevaron la victoria por 1-2 ante el Atlético de Madrid. En las filas rojiblancas se alineaba Rubén Baraja que, al acabar la temporada, fichó por los valencianistas.
El duelo correspondía a la 15ª jornada de la temporada 99-00. En el banquillo local se sentaba Claudio Ranieri, que fue destituido dos meses después, cuando el conjunto colchonero se hundió en la clasificación. Aquel ejercicio concluyó con el descenso del Atlético a segunda división mientras el Valencia era tercero en la Liga y finalista de la Liga de Campeones. Otros tiempos. Curiosamente, en la primera vuelta de aquella campaña los de Mestalla, dirigidos por Héctor Cúper, sólo vencieron en dos desplazamientos: en el Bernabéu y en el Calderón, escenarios tradicionalmente considerados de máxima dificultad. En la segunda vuelta se impusieron en Vallecas por 1-3. Me mata Madrid.
El partido ante el Atlético se celebró el domingo 12 de diciembre. Mendieta inauguró el marcador en la primera parte, cuando se llevaba un cuarto de hora de encuentro, al rematar a bocajarro un centro endiablado de Claudio López. El Atlético igualó gracias al tanto de Jimmy Hasselbaink, poco antes de cumplirse la media hora, con uno de sus potentes cañonazos. En la reanudación, con las fuerzas todavía parejas, llegó el segundo gol visitante, obra de Juan Sánchez en el minuto 56. El delantero de Aldaia remató con habilidad otro extraordinario balón centrado por el 'Piojo' López.
Quedaba un mundo por delante. El colegiado andaluz apareció en el escenario para expulsar a dos jugadores del Valencia en apenas un minuto. El primero en ver la roja fue Gerard, por doble acumulación de tarjetas amarillas. Amedeo Carboni se encendió y siguió el mismo camino a continuación. A falta de 20 minutos para el final, el Valencia se quedaba con dos jugadores menos. Cúper movió ficha, sustituyó a Sánchez por Miguel Ángel Soria para reforzar la defensa. El central valenciano se unió a Björklund –que había relevado en el descanso a Pellegrino– y Djukic en las labores de achique. Ya no le quedaban más cambios.
El Atlético, con el marcador en contra y en superioridad numérica, aumentó su presión con un par de cambios ofensivos al entrar en el campo el argentino Solari y el portugués Hugo Leal en lugar de Bjebl y Gustavo. Andrés Palop, titular en la portería valencianista, hubo de multiplicarse para evitar el gol de un rival que actuaba a la desesperada. El portero de L'Alcúdia protagonizó una actuación soberbia. La guinda al pastel fue la tercera roja, esta vez directa. Claudio López se fue al vestuario antes de hora. Zafarrancho de combate. Japón Sevilla culminó así su caserísima actuación.
Lejos de aprovechar la ventaja, los locales se enredaron en un juego sin profundidad. La histeria de la grada contribuyó a que los nervios afloraran sobre el césped mientras el Valencia resistía en las inmediaciones del área. Un frontón sobre el que se estrellaron todos los intentos de un rival desquiciado. Por si faltaba algo para aumentar la emoción, el árbitro añadió 5 minutos más de juego. Los de Mestalla aguantaron el tipo con entereza y se llevaron la victoria. Frustración atlética tras una demostración de absoluta impotencia.
Este duelo representaba el reencuentro entre dos rivales que se habían medido por última vez en la final de la Copa del Rey disputada en La Cartuja seis meses antes. Aquel triunfo apoteósico por 3-0, representaba la confirmación del crecimiento valencianista sobre un rival históricamente parejo. El Valencia venció a los colchoneros en los dos partidos ligueros de la campaña 98-99, y la 99-00. A esa racha se añaden el duelo copero y el triunfo por 4-1 en la segunda vuelta de la Liga 97-98, cuando de la mano de Claudio Ranieri, el Valencia volaba. En total, seis victorias en seis partidos.
La fórmula patentada por el entrenador italiano y seguida por Cúper resultó decisiva para escribir, a orillas del Manzanares, un triunfo memorable. Casualidades de la vida, esa temporada fue la última de Japón Sevilla antes de colgar el silbato. Su último partido fue entre el Celta y el Valencia de esa temporada. No hubo goles ni rojas. El Valencia vio una amarilla por cinco el club de Balaídos.
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