En ningún momento y a pesar de las circunstancias tras estas primeras trece jornadas disputadas (un tercio de Liga), desde el Valencia 'de aquí' se ha rozado la posibilidad de que el puesto de Baraja esté en duda. Primero bajo el argumento de que se ... sabía que el comienzo de la temporada iba a ser cuesta arriba por el nivel de los rivales a los que tenía que enfrentarse y después bajo el lema de que mejor que con Baraja no nos va a ir con nadie. Hoy por hoy, de puertas para afuera y también de puertas para adentro, en el Valencia nadie duda de la capacidad del entrenador para sacar esto adelante. Otra cosa, como siempre pasa, es que lo que pueda pensar en algún momento crítico el máximo accionista en su refugio de Singapur. Teniendo en cuenta que un hipotético despido del técnico desmontaría por completo la política de tremenda austeridad que ha impuesto Peter Lim a nivel deportivo, la gran pregunta que asalta al valencianismo es ¿se le van a dar más medios a Baraja para sacar al equipo del agujero casi permanente -solo dos jornadas de trece disputadas fuera del descenso- en el que se encuentra?
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Cumplido el primer tercio de la temporada para el Valencia (a falta de dos partidos para ponerse a la misma altura de todos en la jornada 15), la estadística de puntos arroja un panorama desolador. De mantenerla, el Valencia sólo alcanzaría, tras los otros dos tercios que restan, una cifra de treinta puntos. Tan insuficiente como vergonzosa. El peor registro de puntos en todo el siglo XXI para el Valencia tiene pinta de convertirse conforme vayan transcurriendo las jornadas en una verdadera montaña rusa. Es incapaz se enlazar dos victorias consecutivas, algo que no consigue desde aquel 0-1 aplazado contra el Granada y el también 0-1 en Pamplona de la temporada pasada el 15 de abril. Ahora, casi ocho meses después, se puede decir con rotundidad que el equipo se ha caído desde entonces. Los resultados hablan por sí solos. Dos únicas victorias y en Mestalla ambas (más la conseguida en Parla en Copa) frente a seis empates y un total de doce derrotas. Durísimo. Esa ligera mejoría que se pudo ver durante algunos instantes en Palma frente al Mallorca no contrarrestan ni la fragilidad detrás pese a la defensa de cinco ni la nulidad ofensiva de los atacantes. Baraja tiene un problema muy gordo.
El Valencia anunció el fichaje de Peter Federico el 31 de enero de 2024, el último día de mercado; el de Comert el 25 de enero de 2022, el de Ilaix Moriba el 28 de enero y el de Bryan Gil el 31; la vuelta de Piccini el 23 de enero de 2021, las contrataciones de Ferro y Cutrone el 31 de enero, y la de Oliva el 1 de febrero; la de Florenzi el 30 de enero de 2020; el anuncio oficial de la llegada de Sobrino fue el 30 de enero de 2019 y la de Roncaglia un día más tarde... parece que Peter Lim disfruta dejándolo todo para última hora. Todo el mundo sabe que en el fútbol, fichar en invierno es poco menos que jugártela a la ruleta rusa: no hay mucho donde elegir y al final suele ser caro, o bien por el precio o bien por lo que tarda en adaptarse, tanto al ritmo de entrenamientos y competición como al idioma e idiosincrasia del club. Rara vez el fichaje cuaja pronto.
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Por eso, una de las cosas que se teme especialmente en Paterna es que Corona vuelva a dejarse llevar por los criterios de Singapur y traiga tarde el remedio. Thierry se rompió el cruzado el 27 de octubre. En circunstancias normales, Foulquier debería calmar la inquietud de la ausencia del lateral 'titular' y el Valencia cubriría la suplencia con Iranzo. Pero la cosa no es tan fácil como parece. Primero porque Foulquier demostró ante el Mallorca que sigue sin dar nivel ni para un Valencia que defiende con cinco atrás. Su falta de concentración y de intensidad -no ha sido la única detectable en las últimas semanas- permitió a Abdon Prats rematar a placer el 2-1. Y segundo porque la inoportunísima lesión de Rubén Iranzo provocó que contra el Parla en Copa tuviera que debutar Santana, del Mestalla, en esa posición de lateral diestro.
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Si el Valencia quiere de verdad hacerse con la cesión de Iván Fresneda (Madrid, 28-9-2004), ahora en el Sporting de Lisboa, corre el riesgo de cometer el mismo error que los anteriores mercados. Salvo Bryan Gil y en menor medida Ilaix Moriba, el resto de futbolistas que vinieron no aportaron nada con un mínimo reseñable. Pero ahora hay urgencia por tapar esa carencia cuando se abra el mercado y no cuando se vaya a cerrar. Los puntos pasan y no son recuperables.
Entre los varios problemas que ha evidenciado este Valencia está la pírrica aportación de los jugadores que salen del banquillo. Está siendo habitual que cuando empiezan los entrenadores a poner en práctica los cambios -suele ser a partir de la hora de juego-, algunos equipos mantienen o incluso suben el nivel, mientras que otros no pueden evitar que sus equipos bajen un escalón en su nivel de juego. El problema que se viene repitiendo en el Valencia con bastante asiduidad es que a la hora de las sustituciones, el equipo no sólo tiene muy complicado mejorar la imagen sino que puede llegar a bajar dos peldaños. Y eso es motivo suficiente para facilitar las remontadas de los rivales, como empieza a ser ya tradición.
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Ni Jesús Vázquez parece una alternativa fiable para revolucionar la banda izquierda si Gayà se agota, ni Guillamón ni Almeida parecen idóneos para imponer su autoridad en el centro del campo cuando salen, ni Canós ni Fran Pérez parecen mínimamente entonados desde hace bastantes semanas. Luego está la particular situación de Germán Valera, que encima de su nivel futbolístico ha enfadado a los aficionados al ser cazado después del encuentro cuando fue a saludar a los rivales con una sonrisa en su cara.
Caso aparte es el de Dani Gómez. Su incorporación al Valencia crea cada día más movimiento de protesta entre los seguidores blanquinegros. Su aportación goleadora se limita a un tanto (contra el Girona) y a un valioso número de opciones para marcar desperdiciadas. La que tuvo contra el Mallorca en los últimos instantes, ya con el equipo volcado en el área local, fue bastante llamativa y frustrante.
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Hablando de goleadores, ayer precisamente pasó a la historia el exvalencianista Justin Kluivert, que se convirtió en el primer jugador en la Liga Premier en anotar un triplete de penaltis en un solo partido cuando el Bournemouth venció al Wolverhampton Wanderers por 4-2. El Bournemouth es undécimo.
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