T. CALERO
Miércoles, 22 de mayo 2019, 00:35
Un gasto mayúsculo y la ilusión de vivir en directo la final de la Copa del Rey y de repente, nada. Así se siente un grupo de once seguidores del Valencia que pagaron sus localidades para el partido de Sevilla y ayer supieron que, salvo milagro, no van a poder entrar al Benito Villamarín. Estos aficionados tramitaron sus entradas a través de un empleado del Betis que disponía de un determinado número de localidades procedentes de la Federación Española. Ayer, este trabajador del club verdiblanco supo que el cupo para los trabajadores del Betis se había recortado y llamó al grupo valencianista para advertirle de que no había entradas.
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Las once localidades están pagadas por transferencia (a 150 euros cada una) y ahora este grupo de seguidores de Valencia están desamparados porque no encuentran la fórmula de deshacer el entuerto. El gasto es de 1.650 euros (sólo en las entradas) más los desplazamientos en AVE de las once personas. Entre ellas, varios niños que pasaron el día de ayer llorando porque no saben si podrán desplazarse a Sevilla y ver el partido. El empleado del Betis, a pesar de encontrarse en Estados Unidos, está intentando por todos los medios solucionar el asunto.
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