Ozkacar, el olvidado de Gattuso

Ozkacar está. Pero antes que él en la lista de prioridades figura Mosquera (37 minutos en la primera jornada y otros 17 el día del Getafe). Hasta han tenido minutos –aunque por posición no tengan nada que ver con el turco– jóvenes como Fran Pérez y Diego López. Todos menos tres: él, Jaume y Rivero. En un año en el que por desgracia no hay competición europea y que puede ser el del crecimiento de Mosquera, la presencia de Ozkacar puede producir cierta controversia.

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Es evidente que el principal temor que hay este año en lo que a la parte central de la defensa se refiere es lo que pueda tener Paulista con sus lesiones. Con Diakhaby rindiendo a un nivel más que aceptable (precisamente en su último año de contrato), es Comert –teóricamente con mejor salida de balón que Paulista– el que se ha posicionado con cierta convicción para formar pareja del francés. A Ozkacar se le trajo (cesión con opción de compra no obligatoria) pensando que su dominio con la izquierda le iba a venir en caso de que hubiera dudas con el resto, pero Gattuso cuando ha tenido que mirar al banquillo, ha pasado de largo con este joven turco que tiene un dorsal (15) que antes también llevaron dos centrales como Alderete y Guillamón –cuando todavía era catalogado como defensa–, y más atrás Manu Vallejo, Lato y Orellana, por ejemplo.

No parece que ninguno de ellos tuviera el panorama tan gris como ahora tiene Ozkacar, todo un desconocido para la grada. Y lo sorprendente es que una de las cosas que se apuntó a su llegada fue que los exámenes médicos observaron un excepcional estado de forma. Sus 190 centímetros le convierten en un arma a tener en cuenta en el juego aéreo, pero no acaba de encajar que el Olympique de Lyon le haya buscado acomodo por segundo año consecutivo, después del aseado rendimiento que tuvo esta pasada campaña en la liga belga.

Llegó a Lyon en 2020 en un traspaso cifrado en 1,5 millones de euros, firmó por cinco temporadas pero después de una primera experiencia casi testimonial, se marchó a Lovaina donde en el OH Leuven sí que pudo al menos jugar con una regularidad rotunda. Tal fue su aportación que sorprende que de los 34 partidos que disputó con el conjunto belga y los 4 con la sub-21 turca, todos ellos excepto en uno los jugara completos (hizo 2 goles y sólo recibió 4 amarillas).

Natural de Esmirna, tercera capital en número de población de Turquía, sus orígenes se remontan a un club polideportivo del barrio de Buca (el Bucaspor). Luego pasó por las categorías inferiores del Altinordu (Segunda División), de ahí al Altay y luego al Karacabey, antes de dar el salto definitivo al Lyon.