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Juan Cruz Sol jugó en total en el Valencia 12 temporadas en dos etapas. Su debut, con 17 años, tuvo lugar en la 65-66. Su último partido en Mestalla fue en la campaña 80-81. BERNAT NAVARRO PORTER
EL TÚNEL DEL TIEMPO

La última noche de Juan Sol en Mestalla

El día de Todos los Santos de 1980, el futbolista de Elgoibar se despidió de su afición con una sobria victoria frente al Almería que colocó al Valencia segundo en Liga. Aún disputó tres partidos más, pero fuera de casa

Sábado, 21 de diciembre 2024, 00:26

Quince años después de su debut, Juan Cruz Sol jugó por última vez en Mestalla. Sucedió la noche del 1 de noviembre de 1980. Era sábado y el Valencia ganó por 3-1 al Almería. La fecha del día de Todos los Santos iba estrechamente ... ligada a la relación existente entre el jugador de Elgoibar y el feudo valencianista; en ese mismo día, cinco años antes, en 1975, Sol jugó por primera vez como jugador del Real Madrid y se enfrentó al Valencia en un encuentro que concluyó con empate a uno, con gol de Quino para los locales.

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Su debut oficial en Mestalla tuvo lugar en los primeros compases de la campaña 65-66, con Barinaga como entrenador. En la segunda jornada del campeonato, los locales batieron al Málaga por la mínima gracias al solitario gol de Sánchez Lage. Era el 12 de septiembre de 1965. Al día siguiente Juan Cruz Sol cumplía los 18 años. A lo largo de aquel ejercicio, el precoz futbolista vasco apenas dispuso de minutos. Su asentamiento en la titularidad tuvo lugar en la campaña siguiente, la 66-67, cuando el Valencia ganó la Copa y Sol ya se había convertido en titular junto a Mestre y Tatono en la retaguardia.

Si en su estreno oficial en Mestalla contaba con 17 años, el día de su último baile contaba ya con 33. Esa noche, disputó los 90 minutos ante el conjunto almeriense en un partido resuelto con autoridad por el Valencia, en el que brilló, por encima de los demás Daniel Solsona, autor de dos goles. Al lado de Sol, en el eje central de la zaga se alineó Tendillo, mientras que Carrete y Cerveró actuaron como laterales, debido a la lesión de Botubot. Otra baja destacada era la de Arias, por sanción. Una semana antes había sido expulsado por Urízar Azpitarte en el viejo campo de Zorrilla donde el Valencia había caído por 2-0 en la primera derrota como visitante tras haber ganado en el Camp Nou y empatado en La Romareda. Después de aquel día, Sol se volvió a alinear tres veces más, todas en desplazamiento, la última en el Sánchez Pizjuán, el mismo escenario donde había debutado 16 años antes.

Otro guipuzcoano de nacimiento pero valenciano de adopción, Pasieguito, se sentaba en el banquillo en aquel ejercicio 80-81. El Valencia conquistó la Supercopa de Europa, peleó por la Liga hasta las jornadas finales y sufrió ante el Carl Zeiss Jena una dolorosa eliminación que llevó aparejada la grave lesión en el hombro de Mario Kempes. Un contratiempo que tuvo graves consecuencias para el argentino y para la entidad. En ese contexto, Sol ejercía de veterano con galones, protagonista de una segunda etapa como jugador valencianista tras sus cuatro años enrolado con el equipo del Santiago Bernabéu.

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Una grave lesión le había cortado la carrera en un momento delicado, pasada la treintena y después de un desgaste considerable. En su juventud, Juan Sol padeció la fractura de tibia y peroné en un partido jugado por el Valencia en Pasarón ante el Pontevedra después de una entrada alevosa de Martín Esperanza, centrocampista del conjunto granate. Aquella adversidad le dejó fuera de combate durante muchos meses en la temporada 67-68. Años después, jugando con la selección española, recibió un golpe fuerte en la nariz que le produjo una desviación del tabique nasal.

La afición valencianista celebró el regreso de Sol que buscó en Mestalla el lugar adecuado para apurar su carrera sin presión ni exigencias. La vuelta del hijo pródigo, exponente de un período competitivo inolvidable. Entre 1967 y 1972, con las Bodas de Oro de por medio, el Valencia jugó cuatro finales de Copa, ganó una Liga y se quedó a las puertas de revalidar el título liguero. En esta segunda etapa de Sol, iniciada en la primavera de 1980, poco antes de la final de la Recopa jugada en Bruselas contra el Arsenal, el polivalente defensa vasco se acomodó a las necesidades del equipo que necesitaba un recambio de garantías. A Sol le sobraba oficio e implicación. Probablemente, las facultades exuberantes que le distinguieron ya no eran las mismas.

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La última actuación de Sol en Mestalla coincidió con un momento de plenitud del Valencia, cuya plantilla estaba considerada como una de las mejores de Europa. Tras aquel triunfo ante el Almería, el Valencia ocupaba la segunda plaza de la clasificación, a tres puntos del líder, el Atlético de Madrid, y uno más que la Real Sociedad, que se llevó el título en la última jornada. Por entonces, Juan Cruz Sol Oria ya había decidido colgar las botas definitivamente.

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