Hace 50 años, en el ecuador de la primera vuelta de la temporada 74-75, el Valencia protagonizó una curiosa racha: encadenó seis partidos consecutivos marcando un gol en cada encuentro y en ninguno de ellos conoció la derrota. Aquel fue un ejercicio caracterizado por ... los altibajos y los contrastes. En este período del campeonato, el conjunto valencianista estabilizó su rendimiento al sumar cuatro empates y dos victorias seguidas. Para mayor coincidencia, todas las igualadas fueron por idéntico marcador: 1-1. Los seis goles llegaron en las segundas partes, cuatro de ellos en el minuto 85, que resultaron decisivos.
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La racha arranca con sendos triunfos con idéntico guion. El primer episodio tiene lugar en Mestalla, en la octava jornada, cuando un gol de Salif Keita decide el encuentro con el Hércules a falta de 5 minutos para la conclusión. Con un graderío a rebosar y centenares de seguidores venidos desde Alicante, el Valencia suma una victoria trabajada que los aficionados festejan con alborozo a última hora. Una semana después, llega el desplazamiento a Salamanca. El conjunto del Helmántico debutaba en primera división y todavía no conocía la derrota en su feudo. Los valencianistas se impusieron gracias al solitario tanto firmado por Quino, como no, en el minuto 85. Estos dos triunfos devolvieron el optimismo después de un inicio de campeonato preocupante con una victoria y tres derrotas. Los dos positivos conquistados en tierras charras fueron los primeros de una campaña en la que se habían cosechado cuatro derrotas en las primeras cuatro salidas.
A esas alturas, después de 9 jornadas, el Valencia era el único equipo que no conocía el empate. Los hombres dirigidos por Milovan Ciric iban a romper con ese registro al conseguir, a continuación, cuatro consecutivos, todos ellos con el mismo resultado: uno a uno. Se inaugura la racha con la visita del Atlético de Madrid a Mestalla. El partido viene precedido de una agria polémica social. Los dos triunfos consecutivos sirven de pretexto a la directiva presidida por Francisco Ros Casares para declarar el choque como jornada económica, fuera del abono, y obliga a los socios a pasar por taquilla. Una medida impopular que genera rechazo y supone un gran fracaso. Este es uno de los partidos con mayor capacidad de convocatoria que, esta vez, se ve envuelto de un ambiente extraño y con una floja afluencia de espectadores. Demasiado cemento en la grada y poco más de media entrada.
Irureta adelanta a los rojiblancos antes del descanso. Ese era el día del debut de Luis Aragonés como entrenador. El encuentro se igualó a los 10 minutos de la reanudación. Salif Keita marcó el gol más bonito de su trayectoria en Valencia. Una jugada individual prodigiosa quebrando sucesivamente a todos los rivales que le salían en un slalom espectacular. Los pañuelos aparecieron en señal de admiración hacia el jugador africano. Tras la primera igualada de aquella temporada, llegó el viaje a Las Palmas. En el viejo estadio Insular, la noche del sábado 7 de diciembre, los valencianistas se adelantaron en el marcador con el gol de Óscar Rubén Valdez a los 9 minutos del segundo tiempo. Los canarios lograron el empate en la recta final.
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Si en la capital grancanaria el Valencia había abierto la jornada, una semana después, en Mestalla, la cerró en el partido televisado que le enfrentaba ante el Espanyol. Nuevo empate a uno, con gol de Daniel Solsona para los visitantes en los compases iniciales del segundo tiempo. Con el marcador en contra, los locales se aplicaron en buscar un empate que llegó casi con el tiempo concluido y justo cuando el conjunto catalán se había quedado con un jugador menos al ser expulsado su delantero Amiano. Poco después, Juan Cruz Sol evitó la derrota con un tanto en el remató con su habitual bravura un centro formidable de Antón desde la banda izquierda.
Antes de Navidad, el Valencia ha de realizar otro largo viaje, esta vez rumbo a Vigo. En Balaídos se pone punto final a la racha de seis partidos consecutivos con un solo gol a favor, y de nuevo, gracias a un tanto a última hora logrado por Juan Sol en el minuto talismán, el 85, que evita la derrota ante el Celta. Los gallegos habían inaugurado el marcador nada más iniciarse el encuentro. Una semana después, en el último partido del año, el domingo 29 de diciembre, el Valencia rompió la racha de empates y del gol por partido al regalar a su afición un espléndido triunfo por 3-1 ante el Real Betis, con tantos de sus dos extranjeros: Keita, por partida doble, y Kurt Jara. Esta vez no hubo que esperar al minuto 85.
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