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Antonio Paños Picazo fue exvicepresidente de la Fundación del Valencia y ahora es pieza básica en la estrategia de De Torino a Mestalla, sobre todo ... por sus casi treinta años de experiencia en la banca, 18 de ellos dedicado a la antigua Bancaja.
–¿Qué le motiva ahora?
–Estoy viendo la situación del Valencia y eso no lo había visto en mi vida. Estamos en un riesgo absoluto de desaparición con un gestor indeseable, entiéndaseme el término desde el punto de vista de su gestión. Y eso motiva volver a intentar con un grupo de gente sana y sensata devolverle algo a la sociedad. Las cosas que le pasan me afectan y sólo tengo el recuerdo de ser del Valencia toda mi vida. No puedo ser indiferente.
–¿Tan delicada es la salud del club para ponerlo en la UCI?
–Sí, no tengo demasiadas dudas. Tenemos la percepción fundada de que las cuentas de este año van a ser peores que las del año pasado. Y probablemente como mal gestor que es, lo que quiere hacer es maquillar... tampoco me parece que les pueda preocupar mucho.
–¿Afrontamos un verano cargado de ventas?
–Con toda seguridad. Ya lo decían las cuentas, por unos 31 millones de euros y daba veintitantos millones de pérdidas. Tengo la mala vibración que al máximo accionista le va mucho en ello por esos 54 millones. En 45 días como mucho habremos visto cosas.
–¿Es normal que el propietario se garantice el cobro de su préstamo con ocho jugadores?
–No. Hay un montón de empresarios de la Comunitat que han aportado dinero a sus compañías y que dirán que no se lo han garantizado con nada. Eso significa muchas cosas, la más inmediata es que no me fío de la gestión y por eso me garantizo.
–¿El concurso de acreedores es un capítulo a tener en cuenta?
–No me atrevo a decirlo, el concurso es una pésima situación para cualquiera. No tiene mucha lógica que lo quiera presentar porque si así sucede, sus 54 millones irían como subordinados y se pondrían a la cola. Otra cosa es que algún acreedor lo presentara pero eso no es fácil.
–¿Qué futuro augura a De Torino a Mestalla?
–Pensamos en muchas direcciones. Hay mucho talento e ilusión y eso hay que canalizarlo. Tampoco daría pistas a quien tiene que salir de aquí, Hay soluciones pero ninguna es sencilla, eso lo tiene que saber la gente.
–El Valencia insiste en que tienen provisionado un escenario sin la ATE...
–Esa provisión no será suficiente si se anula. Sí tiene un efecto en la contabilidad y sería una mayor pérdida. Esa provisión no afecta a la caja pero tiene incidencia en las cuentas.
–Dice Queralt que la ATE es el principio del final de Meriton.
–Estoy convencido de ello. Si no se diera es difícil que Lim tuviera interés en mover ficha.
–¿Cuánto vale el Valencia?
–El valor es un concepto relativo. Técnicamente el Valencia tiene un valor entre cero y negativo. Al revés, el que se siente en el club por un euro tiene una responsabilidad sobre 400 millones de euros de deuda. Te sientas sobre un polvorín.
–¿Se puede levantar el problema urbanístico que tiene hoy en día el Valencia?
–La historia de Meriton y ADU es una historia de cuentos y pocas cuentas. No le vi a aquella operación ningún sentido y quien fue en su momento a adquirir, a los cinco minutos vio que tenía escaso sentido. No era factible. Claro que se puede vender la parcela en función del aprovechamiento. En Valencia hay una demanda de vivienda buena. No es sencillo el valor que se quiere obtener pero quien lo adquiera tendría durante dos o tres años que poner dinero hasta poder desarrollarlo. Se han acercado muchas personas y es una operación factible. No es lo mismo acercarse a un enfermo por un catarro que a uno que esté en fase terminal.
–¿Qué opinión cree que puede tener CaixaBank de toda esta situación?
–Estoy fuera del sistema financiero desde hace once años pero mi experiencia me dice que el banco está absolutamente al día de todo lo que está ocurriendo. Tiene mayor nivel de preocupación por el Valencia del que manifiesta, eso está dentro del guión. Si Meriton sigue pagando no creo que CaixaBank tenga un papel determinante, pero si el año pasado amagó y pagó un día tarde y luego no paga en su fecha, la entidad tendrá un problema muy importante que resolver. Pero estas decisiones no son tan complejas: si no me pagas, tengo unos accionistas y tengo que ejecutar la deuda. Otra cosa es elegir el momento y dar opciones para que el deudor se ponga en pie.
–¿Se le puede presionar de alguna forma a CaixaBank?
–A las entidades hay que llevarles planteamientos razonables y bien estudiados. Y es evidente que aquí hay un efecto como el que tiene el Valencia en la sociedad valenciana, pero el banco no pondría ese aspecto en el puesto número uno del ranking de importancia en ningún caso.
–¿Los políticos juegan en esta escena un papel importante?
–El banco mira con detenimiento lo que está pasado. Y lo que deciden los políticos le afectan si la ATE llega a su término.
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