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Cheryshev, durante el partido de Champions en Lille EFE / EPA / JULIEN DE ROSA

Los pecados del Valencia

Los graves errores en momentos clave lastran al equipo en Liga y Champions | El conjunto blanquinegro no subsana la falta de concentración en la competición continental y sufre un asedio con 27 remates de los franceses

Toni Calero

Valencia

Viernes, 25 de octubre 2019, 00:15

En menos de una semana, dos de los jugadores más jóvenes de la plantilla han pedido perdón a sus compañeros por sendos errores infantiles. Primero Kang In Lee, por su expulsión en el Wanda Metropolitano cuando el Valencia se comía al Atlético de Madrid. Más tarde Mouctar Diakhaby, que vio dos amarillas en tiempo récord para permitir que el Lille se creciera aún más en su intento por sobrevivir en la Champions League. Comedido como siempre, Albert Celades disculpó primero al surcoreano y también al central francés. «La expulsión fue muy importante para el devenir final del resultado. Tuvo dos tarjetas muy rápidas, en la primera no sé que ocurrió. No puedo hablar de la acción de la segunda, pero estamos muy contentos con su aportación», defendió Celades. La procesión iba por dentro, pero el técnico catalán, al menos de puertas hacia afuera, lo entendió como otro pecado de juventud.

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El de Diakhaby es el más reciente ejemplo de las desconexiones –vitales– que el Valencia ha sufrido en los momentos clave del encuentro. «Pido disculpas a todos, no puedo dejar a mis compañeros con uno menos en un partido tan importante», concedió el francés. El anterior de Kang In fue muy similar por momento de encuentro, aunque contra el Atlético era el Valencia quien estaba más cerca del gol. El zurdo saltó al césped en el minuto 77 tan excedido de revoluciones que se llevó por delante a Arias para acabar expulsado. La roja fue clara y el asedio blanquinegro a la portería de Oblak se finiquitó ahí. Gabriel Paulista admitiría que Kang In pidió disculpas y lloró amargamente en el vestuario por la acción. El coreano no tuvo 'castigo' por parte de Celades y en la Champions tuvo treinta minutos de protagonismo en la recta final del encuentro.

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El técnico catalán no es el único inquilino del banquillo que ha sufrido los graves errores de sus futbolistas. En la primera jornada liguera y con Marcelino en el banquillo, el Valencia pudo finiquitar a la Real Sociedad desde el punto de penalti. Gameiro había adelantado a los blanquinegros y quiso completar su doblete en el minuto 95, pero su lanzamiento se marchó a las nubes. El asunto se pudo quedar ahí, pero la nefasta gestión del Valencia en los últimos momentos provocó el error de Gabriel Paulista y la posterior mano de Coquelin –a Cheryshev también le pitaron pena máxima por tocar el balón con la mano en el Wanda– dentro del área. Después de unos minutos interminables de VAR, el francés fue expulsado y Oyarzabal firmó el empate engañando a Cillessen desde el punto de penalti. Dos puntos que volaron para empezar el curso.

En la Champions y contra el Ajax, pese al 0-3 que reflejó el marcador al término del choque, un especialista como Dani Parejo desperdició el penalti que ponía el 1-1 en el marcador, antes de que los holandeses se desmelenaran por completo. El cúmulo de flagrantes errores son una parte importante de las cosas a mejorar por Celades, aunque el catalán tiene mucho más trabajo por delante en otras direcciones.

Ni una excusa

Ni el entrenador ni tampoco los futbolistas fueron tibios en la lectura del partido contra el Lille. «En la Champions tienes que ir al límite en cada partido, hay nivel máximo. Estuvimos incómodos todo el partido y nos costó mucho jugar en campo contrario y tener el balón para poder defender mejor. Encontramos dificultades para enlazar jugadas para llegar arriba. Esa es la realidad», analizó Celades. Sin excusas. La actuación del Valencia en Lille dejó muchísimo que desear y complica las opciones de alcanzar los octavos de final. Es cierto que los blanquinegros rozaron la victoria, pero tan sólo porque el Lille acudió al partido con balas de fogueo. Hasta 27 remates realizó el conjunto francés (6 a puerta, 6 rechazas y 15 fuera). Sólo consiguieron perforar la portería de Cillessen en una ocasión y tampoco gozaron de oportunidades clamorosas salvo el larguerazo de Yazici. Por ahí se entiende que el Valencia regresara de Francia con un punto. El Lille hizo el doble de ataques que el rival y tuvo más posesión.

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El problema del conjunto blanquinegro fue futbolístico (tres remates a portería) pero también de motivación, puesto que saltó al césped dormido. El Valencia tuvo menos posesión y corrió menos kilómetros que el Lille, el contrincante más débil del grupo. Volvió a casa la expedición valencianista tocada, puesto que el empate ante el Atlético de Madrid dejó grandes sensaciones y no fueron capaces de darle continuidad en la Champions. La duda ahora pasa por si Celades estabilizará el 4-4-2 de cara al partido ante Osasuna de este fin de semana y si el Valencia será capaz de ganar al Lille en Mestalla para pelear por la clasificación en las dos últimas jornadas de Champions.

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