![El peor Valencia del último lustro](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202101/01/media/cortadas/peor-valencia-kgTG-RiyoInaZDp9c26hCUOuyWTL-1248x770@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
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jorge peiró
Domingo, 3 de enero 2021, 16:52
Al menos tenemos salud...'. Ni eso. El Valencia no puede pronunciar esta afirmación tan típica de esta época del año. Se suele emplear en aquellos hogares donde escasean los regalos navideños como recurso para evitar caer en la depresión. La expresión también es acuñada por aquellos a los que la fortuna les sonríe menos en la vida. En Mestalla retumban estos significados ya que la salud ha brillado por su ausencia durante un año que conviene olvidar. El dichoso 2020 ha dejado a un futbolista lesionado de larga duración –Ezequiel Garay en el mes de febrero, la última vez que se vistió de blanquinegro–, a otros seis del primer equipo contagiados por coronavirus –el propio Garay, Soler, Kondogbia, Kang In, Cheryshev y Lato junto a gran parte del cuerpo técnico de Albert Celades– y acumula numerosas lesiones musculares fruto de la compresión del calendario. Si el estado físico es preocupante, las áreas financieras, social y deportiva tampoco pasan por su mejor momento. El fútbol a puerta cerrada ha asfixiado la economía valencianista y ha desmantelado la plantilla en el verano mientras los desencuentros entre aficionados y directiva son constantes.
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Para encontrar un rendimiento más pobre que el del curso actual, toca remontarse al año 2016, donde se coqueteó con el descenso y se sucedieron en el banquillo blanquinegro Gary Neville, Pako Ayestaran y Cesare Prandelli. Cada técnico sólo logró hundir más al equipo y entre todos no pasaron de los 34 puntos con un total de veinte derrotas. Únicamente el Salvador 'Voro' logró mantener al equipo a flote.
El Valencia arrancó aquel desastroso 2016 con Gary Neville en el banquillo. El preparador –por llamarlo de alguna manera– inglés sigue siendo recordado por encajar aquella bochornosa goleada en el Camp Nou por 7-0. Uno de los episodios más oscuros de la historia del valencianismo. Neville no duró más de cuatro meses en el cargo y le sucedió Pako Ayestaran, que dejó al equipo en undécimo lugar al término de la campaña 2015-2016 y fue despedido al cuarto partido de la siguiente temporada tras un paupérrimo comienzo. A Ayestaran le siguió Cesare Prandelli, quien duró poco más de dos meses en el banquillo valencianista. El técnico italiano dimitió un 30 de diciembre de 2016 tras haber pedido refuerzos para la plantilla desestimados por la propiedad. La historia de los fichajes se sigue repitiendo en Mestalla. El equipo pasó unas frías Navidades cerca del descenso, en 17ª posición, una situación no muy lejana de la que atraviesa ahora, con un entrenador que meditó forzar su salida y un equipo que parece no dar más de sí.
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Los números del Valencia de hace un lustro guardan similitudes con los del actual. Los últimos 365 días han traído una pandemia de talla mundial que detuvo el mundo durante tres meses, una fatídica eliminatoria de Liga de Campeones ante el Atalanta –en forma de bomba biológica– que jamás se debió disputar, un verano desierto de fichajes y plagado de ventas de futbolistas clave, la destitución de Albert Celades en junio y el cese de César Sánchez, además de un ERTE fruto de la bajada de ingresos a causa de la crisis sanitaria. Por no olvidar la evidente fractura entre la propiedad y la afición o la fragilidad defensiva del equipo mostrada en las abrumadoras goleadas encajadas ante el Getafe, Mallorca, Real Sociedad y Real Madrid.
El Valencia arrancó 2020 luciendo orgulloso su insignia de campeón de Copa del Rey ante el Real Madrid en la Supercopa. El conjunto de Mestalla no compareció y mostró una pobre imagen. Febrero fue premonitorio y comenzó a torcer el curso del club y de la sociedad.
El mes arrancó con la baja de Ezequiel Garay, lesionado de larga duración y que nunca más volvería a ataviarse la zamarra blanquinegra. La afición se despedía –sin saber todo lo que venía– de Mestalla un 29 de febrero cuando el Valencia superó 2-1 al Betis. Ya se acumulan nueve meses de silencio y tristeza en los estadios nacionales y la cuenta seguirá hasta que la vacuna haga su trabajo. La goleada encajada el 19 de febrero de 2020 en Milán ante el Atalanta dejó pie y medio del Valencia fuera de la Liga de Campeones. Un hecho que queda en trivial si se compara con la trascendencia que tuvo el viaje de miles de valencianistas a la región de Lombardía, epicentro del coronavirus en Europa en el inicio de la pandemia. El partido de vuelta se jugó a puerta cerrada en el coliseo blanquinegro aunque ya nada pudo detener la expansión del virus.
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Volvió la competición y se fue Celades, quien solo duró cinco partidos tras el confinamiento. El verano fue de lo más seco: cero refuerzos y un puñado de ventas de pesos pesados del vestuario. Al recién llegado Javi Gracia solo le quedaba 'remar, remar y remar', como expresó en su día Unai Emery. Rodrigo, Ferran Torres, Kondogbia, Coquelin y Parejo dejaron poco más de sesenta millones en las arcas. Para tirarse de los pelos. La imagen del capitán que un año atrás levantaba la Copa del Rey en Sevilla posando con la elástica de un rival regional como es el Villarreal es otro trago amargo que ha traído 2020. Las buenas noticias escasearon a lo largo del pasado año. La goleada en forma de espejismo ante el Real Madrid por 4-1 en Mestalla fue de lo poco salvable. Carlos Soler vivió su gran noche con un triplete desde el punto de penalti aunque el equipo revive ahora los fantasmas de 2016 y ha pasado otra cruda Navidad. Los deseos para 2021 están claros: salud, puntos y estabilidad. Hacen demasiada falta en el Valencia.
Cantera antes que cartera. Los problemas económicos que arrastra el Valencia desde la llegada de la pandemia han obligado a la entidad a hacer honor a este dicho del fútbol en esta época de vacas flacas.
Para sacudirse esta asfixia, han sido los jóvenes de Paterna quienes han proporcionado un halo de esperanza a entidad y afición a través de sus respectivos debuts con el primer equipo. El guardameta Cristian Rivero, los defensas Guillem Molina y Jesús Vázquez y el centrocampista Koba Koindredi protagonizaron el once inicial en la Copa del Rey ante el Terrassa hace un par de semanas mientras que Vicente Esquerdo y Hugo Guillamón ya se habían estrenado con anterioridad en liga bajo las órdenes de Albert Celades. El central ha llegado incluso a participar con la selección española sub-21. La mejor noticia para la factoría de Paterna ha sido la fuerte irrupción del joven Yunus Musah, que se ha ganado un hueco en el once de Javi Gracia.
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